Tres novilleros debutantes y tres formas muy distintas de evolucionar por el ruedo, que fueron desde la madurez de El Melli, las expectativas de Lalo de María y la inocencia de Joselito Sánchez que se las vieron con una novillada encastada, con muchos matices, pero que pedía como mínimo un rodaje del que en ocasiones adolecieron los chavales.
El que se llevó el gato al agua de la terna fue El Melli, un novillero que siempre estuvo en novillero, queriendo y poniendo todo de su parte. Como pasó en el cuarto de la tarde, el mejor de los seis de Torrehandilla, un novillo alegre y bravo que pedía guerra y al que el Sanlúcar de Barrameda le planteó la batalla desde el recibo con dos largas de rodilla en el tercio, seguidas de verónicas y revolera que calentaron el ambiente alicaído a esas alturas del festejo. Luego galleó por chicuelinas para ponerlo en suerte. Y tras brindar al público armó una faena de series cortas pero resultonas, ya que mantuvieron en todo momento la conexión entre ruedo y tendido. A veces pecó de rapidez y bullidor, pero era complicado templar la codicia de “Codicioso”. Y tras recetar una estocada alargando el brazo, le concedieron una oreja y al novillo con una ovación en el arrastre.
En el primero de la tarde, novillo que arreaba mucho para los adentros y que puso en serios apuros a Lalo de María en su quite, y a David Pacheco en banderillas, también quiso, pero hasta que el novillo se sintió podido. Y tras los doblones iniciales se rajó, y ya se dedicó a recorrerse todos los tendidos de la plaza sin poder hacer nada el gaditano.
Lalo de María venía precedido de muy buen ambiente, no en vano lo apodera el maestro José Antonio Campuzano, y dejó templados pasajes; pero le faltó algo a sus trasteos que no terminó de llegar del todo a los tendidos. Sus dos novillos se dejaron, fueron nobles y no presentaron grandes problemas, pero tal vez faltó lo que se denomina cruzar la línea, el salirse de torear al hilo del pitón para cambiar la pulcritud por un riesgo más evidente. Aun así, dejó muestras que de valor anda bien, como lo demostró cuando se llevó varios tantarantanes de quitar el hipo, como el antes mencionado del quite del primero y otro en el quinto al cerrar una serie con la izquierda con un pase de pecho.
Y Joselito Sánchez fue el más trasparente de la terna y se le notó a la legua que era el menos placeado y por tanto el de menos rodaje. Esta era su segunda novillada con picadores y encima en una plaza como la Maestranza lo que le metería, suponemos, aún más presión. Le faltó poder pensar más para ordenar sus trasteos y le sobró inquietud de pies. Menos mal que anduvo listo con la espada y se los quitó de en medio rápido. Ya vendrán tardes de más reposo.
FICHA DEL FESTEJO
Jueves 23 de junio de 2022. Plaza de toros de la Real Maestranza de Sevilla. 19ª festejo de abono. Novillada picada. Un tercio de entrada y temperatura primaveral.
Seis novillos de “Torrehandilla”. Bien presentados y de juego desigual. 1º apretó para los adentros y terminó rajándose, 2º mansito y flojo, 3º encastado con un punto de mansedumbre, 4º bravo y codicioso, 5º noble y con clase y 6º encastado y con poder.
Germán Vidal “El Melli” (rosa palo y oro): dos pinchazos, estocada caída y un descabello (silencio); estocada (oreja).
Lalo de María (berenjena y oro): media delantera (silencio); estocada (saludos).
Joselito Sánchez (nazareno y oro): estocada trasera (silencio); estocada caída (silencio).
Los tres novilleros debutaban en Sevilla como novilleros con picadores.
Tras el paseíllo se guardó un minuto de silencio por el matador de toros recientemente fallecido Andrés Vázquez.
