Borja Jiménez realizó, ayer viernes, la faena más completa de lo que va de San Isidro y que le convierte por derecho propio en el triunfador, por el momento, de la feria más importante del toreo.

No le habían rodado las cosas del todo bien al torero de Espartinas en sus dos comparecencias isidriles anteriores, pero ayer de nuevo puso en evidencia en el ruedo de Las Ventas, que es uno de los toreros más capacitados, solventes y necesarios para refrescar el escalafón superior, ya de por sí demasiado acomodado y caduco.

El sevillano dio una lección de toreo con su primero. “Dulce”, que así se llamaba el toro de Victoriano del Río, fue el toro ideal que esperan todos los toreros que les salte en los compromisos claves de sus trayectorias. Y el bravo “victoriano” también tuvo la suerte de caer en las manos decididas y comprometidas de Jiménez.

Desde que lo recibió de rodillas a portagayola, hasta que lo mató de un estoconazo, estuvo queriendo y sobre todo haciendo las cosas por derecho y siempre en torero. Con el capote, tras la larga cambiada, lo toreó por delantales y chicuelinas aplaudidas. Y la faena de muleta fue un trasteo compacto de principio a fin. Fue complicado en algunos momentos de mantener el diapasón por las molestas rachas de viento, pero al torero aljarafeño no le importó, plantó las zapatillas en el suelo y ligó las series, por los dos pitones, templando al bravo y enclasado animal. Un primor las trincherillas y cambios de manos, así como los doblones mandones del comienzo.

La faena se siguió con una gran conexión entre los tres grandes protagonistas del momento: toro, torero y público, llegando a terminar las series con los aficionados en pie. Y la espada puso la rúbrica a su gran obra. El toro, como bravo que era, se resistió a doblar, con la plaza entregada también por su gran juego.

La petición de las dos orejas fue clamorosa y el premio era incontestable, menos para el Presidente, que también quiso tener su minuto de gloria y le negó el segundo trofeo a Borja Jiménez y la vuelta al ruedo a “Dulce”, en una decisión de mal presidente y sobre todo mal aficionado, creando una frustración general entre todos los protagonistas del momento y un conato de desorden público.

Borja cortó otra oreja en el quinto bis de la tarde, un toro de Torrealta, que también sirvió, y al que aprovechó por completo dejando otra actuación destacable y que le posibilitó cruzar su segunda Puerta Grande venteña, en este su primer San Isidro que le resultará difícil de olvidar.

Completaban la tarde los toreros Emilio de Justo, que estuvo dispuesto con el peor lote, y Roca Rey, que sacó toda su artillería de mandón del escalafón, pero al que en Madrid le miden con lupa y ese rigor, unido a que sus toros se vinieron pronto abajo, no le permitieron alcanzar el triunfo.

FICHA DEL FESTEJO
Viernes 7 de junio de 2024. Plaza de toros de Las Ventas de MADRID. 25ª corrida de la Feria de San Isidro 2024. Lleno de “No hay billetes”.

Toros de VICTORIANO DEL RÍO, desiguales de presentación y juego. El 2º bravo y con clase. El 5º fue un sobrero de TORREALTA, que sirvió.

EMILIO DE JUSTO (azul pavo y oro): media estocada (aviso y silencio); estocada baja (aviso y silencio).

BORJA JIMÉNEZ (gris perla y oro): estocada (oreja con fortísima petición de la segunda y dos vueltas al ruedo); pinchazo y estocada desprendida (oreja).

ROCA REY (azul marino y oro): estocada (silencio); estocada (silencio).

Al final del festejo BORJA JIMÉNEZ salió por la PUERTA GRANDE.
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