Lleno de "No hay billetes"

Borja Jiménez pierde por la espada un triunfo de dos orejas en la segunda de San Miguel

Veníamos embalados de la tarde de ayer, cuando Talavante, Luque y los astados de Victoriano del Río habían dado una gran tarde de toros. Y hoy, que presagiábamos otra tarde de grandes fastos, se truncó por el juego de los toros de Garcigrande y también por las pocas ganas de Manzanares y la falta de acople de Roca Rey. Todo lo contrario de la aptitud y actitud de Borja Jiménez, que ha salido a darlo todo y a por todas.

El torero de Espartinas tenía que remachar su gran temporada en su tierra, y sin tener en cuenta que aún le queda una cita importante el próximo sábado en la Feria de Otoño de Madrid, sus triunfos en los puertos de primera del circuito taurino han sido importantísimos. Las ferias de San Isidro en Madrid, San Fermín en Pamplona y la Semana Grande de Bilbao saben bien de su valía. En las tres ferias ha salido triunfante, en Pamplona incluso pagándolo muy caro, y Sevilla, su Sevilla, no se le podía escapar. Por ello a poco que medio se dejara uno de su lote la iba a armar.

Y así ha sido, con su primero lo ha intentado, pero tenía poco que rascar. Pero en el quinto ha cuajado una faena de muleta merecedora de las dos orejas. Hubiera sido un doble trofeo que nadie se hubiera atrevido a discutir. Este quinto toro pasó por los primeros tercios sin decir mucho, pero todo se hizo a favor de él. Tito Sandoval apenas le apretó en los dos encuentros con la puya y el tercio de banderillas fue también ligero. Y tras brindar a su hermano Javier, se plantó de rodillas entre el dos y el cuatro y le endosó una tanda con la derecha muy de verdad, con un muletazo del desprecio sensacional. El asunto empezaba a coger cuerpo. Ya incorporado, le dio sitio al de Garcigrande que empezó a romper a bueno. Borja lo cuajó por el pitón derecho en dos tandas muy templadas, citando muy derecho y sin ningún tipo de envaramiento. Todo surgía sin tirones, sin aspavientos. Un cambio de mano ligado a uno de pecho levantó a los aficionados del asiento. Continúo al natural, a pies juntos y con la muleta a la altura justa para no quebrantar al noble “Diablillo”, que ya estaba entregado por completo al dominio del sevillano. Luego vino otra tanda de naturales, esta vez con el compás abierto, pero igual de ortodoxa y buena. Y tras coger el estoque de acero, le endosó unos ayudados por bajo de torero caro. La faena estaba hecha. Pero la espada se le atascó y lo que era de dos orejas con fuerza, acabó en una aclamada vuelta al ruedo.

Pero el torero del Aljarafe, además del faenón comentado del quinto, había dejado otros detalles muy a tener en cuenta. En ambos toros se fue a portagayola y luego los toreó a la verónica con gallardía, rematando con medias enroscándose todo el toro a la cintura. Además de esto, al primer toro de Manzanares le sopló un quite por chicuelinas y una media, que dejaron las cosas claras, al que aún tuviera duda, de la capacidad de este torero, al que tienen que hacerle justicia de una vez y dejarlo entrar en los carteles de los llamados figuras, porque la fiesta necesita una regeneración urgente y en la actualidad Borja encabeza el pelotón de toreros que están más que preparados para que esto ocurra.

En esta regeneración y renovación, uno de los toreros que tiene que coger ese camino es José María Manzanares, que de nuevo ha pasado sin pena ni gloria por la Maestranza. Bien es cierto que su lote no ha sido para tirar cohetes, pero también es cierto que no se ha puesto nunca en el sitio. Siempre al hilo del pitón y abusando del pico. Y así es bastante complicado que el asunto llegue al tendido. Muchos han sido los triunfos del alicantino en Sevilla y por ellos se le respeta, pero también es cierto que ya son muchas las tardes sin cuajar una faena de verdad y como ocurrió en la pasada Feria de Abril, se han vuelto a escuchar algún que otro pito desaprobatorio. Y lo peor, unos silencios muy elocuentes tras el arrastre como balance.

Y Roca Rey tampoco ha tenido su tarde. Su segundo toro era complicado y no encontró el lucimiento, cortando pronto la faena. Pero en su primero sí podía haber habido más encaje y no lo hubo. En algún circular citando de espaldas sonaron las palmas, pero no llegó a mucho más. Hasta la música sonó a destiempo, casi ya en la postrimería de la faena y el peruano la mandó callar. Lo mejor de Roca hoy, su tirón taquillero, que sigue siendo un reclamo para colgar el preciado “no hay billetes”.



FICHA DEL FESTEJO
Sábado 28 de septiembre de 2024. Plaza de toros de la Real Maestranza de SEVILLA. 23º festejo de abono. 2ª corrida de toros de la Feria de San Miguel. Lleno de “no hay billetes” y calor.

Seis toros de GARCIGRANDE: bien presentados y en líneas generales faltos de casta. 1º noble que duró poco, 2º blando y aplomado; 3º flojo y noble; 4º tardo y desrazado; 5º rompió y sacó fondo y nobleza y 6º deslucido.

JOSÉ MARIA MANZANARES (obispo y oro): tres pinchazos y estocada desprendida (silencio); estocada tendida (silencio).

BORJA JIMÉNEZ (crema y oro): dos pinchazos (silencio); tres pinchazos y estocada (vuelta al ruedo).

ROCA REY (negro y azabache): estocada corta caída (saludos); estocada (silencio).

Cuadrillas:
Picando destacó: Vicente González (2º).
En la lidia: Diego Vicente (1º).
Y con las banderillas: se desmonteraron Juan José Trujillo y Luis Cebadera (1º).

Observaciones:
En las taquillas se colgó el 8º “no hay billetes” de la temporada.
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