Disposición de Lalo de María

Vuelta al ruedo y enfermería para Manuel Román y pureza de Mario Navas en Sevilla

Con la llegada del último jueves de este tórrido junio llegó también la celebración de la última novillada picada del abono sevillano. En esta ocasión se lidiaron novillos de Núñez de Tarifa que no se lo pusieron fácil a los novilleros Lalo de María, Mario Navas y Manuel Román.

Esta sexta novillada con picadores consecutiva ponía el cierre a la programación de la temporada en Sevilla para los toreros del escalafón inferior, y de nuevo con una combinación interesante en la que volvió a faltar el ingrediente principal, el toro. La novillada de Núñez de Tarifa tuvo dos partes muy diferenciadas, la primera con tres novillos coloraos bien hechos y de buen juego en general y los otros tres, negros para más señas, de peores hechuras y deslucidos.



El más joven de la terna, Manuel Román, se presentaba como novillero con picadores y volvía a la Maestranza tras su buen paso el año pasado por el ciclo de las novilladas de promoción donde logró cortar una oreja. En esta ocasión no ha logrado tocar pelo pero sí pasear el anillo en una vuelta al ruedo como premio a su actuación en el tercero.

A este cordobés, con cara y cuerpo de niño que aún no ha pegado el estirón, le funciona muy bien la cabeza y tiene unas condiciones que llegan muy pronto al tendido. Bien es cierto que vino muy arropado con cientos de seguidores, pero sus formas y decisión también ayudan. Como evidenció en el comienzo de la faena al tercero que inició sin probaturas con un molinete ligado a una serie en redondo que decantó rápidamente al público a su favor. El novillo era noble, pero duró menos de lo esperado, por lo que la faena tras ese comienzo tuvo un bajón que volvió a remontar cuando Román logró recuperar el pulso a un novillo mucho más parado, cogiendo aire de nuevo en una serie de muletazos desmayados por bajo que remató con un molinete invertido por la espalda. Y cuando todo hacía presagiar que tenía la oreja en la mano falló con los aceros y se tuvo que conformar con dar la vuelta al ruedo.

Su otro novillo, el sexto, ya fue otra cosa. Un manso con movilidad que no lo puso fácil para meterlo en el caballo. Luego Miguel Ángel Sánchez se empleó a fondo con la lidia en el tercio de banderillas y logró enseñarle los caminos para que terminara de pasar limándole los cabeceos tan molestos que soltaba. Manuel Román no se amilanó y tras brindar al público se dispuso a resolver la papeleta de nuevo con su mayor arma que es la disposición. Pasó la prueba con solvencia y cuando parecía que ya estaba todo terminado en la segunda entrada a matar sobrevino la voltereta, muy fea, que lo dejó muy maltrecho y en la que por fortuna no se llevó cornada pero si una fuerte paliza de la que salió conmocionado y que le impidió terminar con su oponente.



A Lalo de María le vimos más hecho con respecto a su actuación del año pasado en esta misma plaza, por lo se le puede aplicar el axioma estudiantil de “progresa adecuadamente” y eso que el francés se llevó algún que otro susto como la colada en el primer capotazo del primero de la tarde, que se le vino derecho y que tuvo que tirarse de cabeza al callejón para evitar males mayores. Luego intentó torearlo muy despacio a la verónica, con dos de ellas resultando de buena factura. El novillo hasta bien entrada la faena de muleta se mostró como un manso encastado con la virtud de humillar. Pero el toro no llegó hasta el final con ese recorrido, aun así brindó varias embestidas francas que De María aprovechó en una faena larga de metraje y que no terminó de romper del todo. Mató rápido y saludó desde el tercio.

En el cuarto, un novillo mucho más feo y con una invalidez manifiesta, no pudo hacer mucho salvo intentar esquivar los parones y miradas a mitad de los muletazos, no con malas intenciones sino más bien como motivo de defensa del de Núñez de Tarifa. Lalo se quedó de nuevo quieto pero poco más pudo hacer.



Y también volvía a Sevilla Mario Navas. Novillero cuajado y con unas formas muy clásicas donde siempre prima la pureza y la ortodoxia. Así lo constató con el ramillete de verónicas con las que saludó a su primero, segundo de la tarde. Le echó el capote en cites muy en corto, templando las embestidas y rematando con media con la misma impronta. El novillo fue el otro bueno de la tarde, noble pero también duró poco. El de Valladolid comenzó con doblones rodilla en tierra y le hilvanó una faena seria, sin composturas para la galería. Todo muy encajado, con cites muy en corto para encelar al novillo que cada vez le costaba más repetir las embestidas. Pudo arrancarle varios naturales largos y profundos, pero el fallo con la espada lo dejó todo en palmas.

En el quinto, otro novillo descastado al igual que sus otros dos hermanos de lidia de la segunda parte del festejo, volvió a demostrar que tiene una carrera prometedora por delante. Y eso a pesar de que el de Núñez echó el freno de mano en sus arrancadas y no terminaba de pasar. A Navas este hecho no le importó del todo ya que le dio un trato exquisito y lo fue desengañando poco a poco, logrando recetar varias series toreando al natural de frente y a pies juntos plenas de profundidad. No hubo nunca una mirada desafiante al graderío buscando el aplauso fácil, más bien al contrario, el trasteo fue para sí mismo. Y por ende estas formas llegaron a calar en la afición sevillana que le tributó una ovación tras matar de una estocada.



FICHA DEL FESTEJO

Jueves 29 de junio de 2023. Plaza de toros de la Real Maestranza de Sevilla. 21º festejo de abono. 6ª Novillada con picadores. Media plaza cubierta con bastante calor. El festejo comenzó a las nueve de la tarde-noche.

Novillos de NÚÑEZ DE TARIFA, bien presentados, con los tres primeros igualados por sus buenas hechuras y su buen juego en general y los otros tres más feos y de peor condición.

LALO DE MARÍA (berenjena y oro): casi entera desprendida (saludos desde el tercio); pinchazo y entera desprendida (saludos desde el tercio).
MARIO NAVAS (verde botella y oro): dos pinchazos y media estocada tendida (palmas); estocada (saludos desde el tercio).
MANUEL ROMÁN (lila y oro): estocada caída y tres descabellos (petición y vuelta al ruedo); dos pinchazos y cogido.

Entre las cuadrillas destacó en la lidia Javier Ambel en el 3º y Miguel Ángel Sánchez en el 6º. Y con las banderillas Lipi en el 1º, Ángel Gómez Escorial en el 5º y Javier Ambel en el 6º que se desmonteró.

Parte médico de la cogida de Manuel Román en el sexto: “Politraumatismo por cogida de toro sin que se observen heridas ni lesiones externas salvo varetazo en muslo derecho. No signos de lesiones internas. Constantes normales. Exploración neurológica sin hallazgos. Glasgo 15/15. Juicio clínico: conmoción cerebral. Se traslada a hospital para observación y pruebas complementarias. Pronóstico: reservado”.
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