La vuelta de la ganadería de Alcurrucén tenía su interés. Los toros venían en tipo y bien presentados. Pero por dentro estaban muy justos de casta y de raza. Aun así, a más de uno se les podía haber sacado mayor partido.
La Feria de Abril que ha echado Morante en esta edición de 2024 no pasará a la historia. Es más, en los cuatro paseíllos que ha realizado, no ha dado ni una vuelta al ruedo, por lo que el nivel alcanzado deja mucho que desear. No todos los días se puede cortar un rabo y alcanzar la cumbre el pasado año, como ocurrió con la lidia de “Ligerito”. Pero lo de este año ha sido también para examinar. Como por ejemplo su actuación de esta tarde. Cierto es que no le han tocado dos toros para tirar cohetes por su bravura y transmisión, pero su actuación también ha pecado en momentos de abulia y de no querer complicarse la vida.
Con su primero, un toro noble y al que había que llegarle mucho para que iniciara la arrancada, el de La Puebla del Río intentó motivar las embestidas con los cites en corto y cruzado, pero el de Alcurrucén, necesitaba cites aun más en corto y más cruzado todavía. Era la única manera para que se arrancara. Y José Antonio no lo vio así. Por lo que todo fue un puro trámite.
Al cuarto lo recibió con verónicas de manos altas y hubo un rápido alboroto en los tendidos, aunque lo mejor fue el remate de la media por el pitón izquierdo. Luego le arrearon fuerte y mal en el caballo, como también pasó en su anterior toro. Y volvió el conformismo. El toro era reservón y no tenía ni chispa de raza, pero cuando lo provocaban cruzado y con la muleta por delante, el toro iba. De esa manera, Morante, solamente lo hizo en dos ocasiones y sacó los dos naturales mejores de la tarde. Lo demás para olvidar pronto. Y con la espada, igual, entró sin ningún convencimiento. A Morante de la Puebla no se le vio con la ilusión de las dos últimas temporadas. A ver qué tal vuelve en San Miguel.
Sebastián Castella es otro de los toreros con baraka en los sorteos. Esta tarde, nuevamente, se llevó el toro más importante. El 5º. El público, al que en un gran número le falta bastante pedagogía taurina, lo protestó sin sentido. El pecado era que huía de su sombra, o sea que era un manso. El mitin del tercio de varas fue grande. Pero de lo que no se percataban es que en cada acometida, y antes de la huida, metía el morro con mucha calidad. Eso lo vio rápidamente Castella y sabía que en cuanto se quedara a solas con él, el toro podría romper. Y así fue. El comienzo fue ilusionante. Y el toro empezó a ir y venir con buen son, pero Sebastián no logró cuajarlo. Hubo muletazos sueltos, de mérito, pero otras veces se quedaba descolocado y no terminaba de ligar las series. Los enganchones también deslucieron al igual que los toques a destiempo. Al final nada llegó a coger consistencia y se lo quitó de en medio.
El segundo del encierro fue un toro mucho más corriente. Lo paró toreando por verónicas muy suaves y lentas. En el caballo le dieron dos picotazos y José Chacón se desmonteró tras dos buenos pares de banderillas. La faena la brindó al público y empezó con ganas, a pesar de las dos coladas iniciales. El toro era noble, pero muy soso. Y el francés se contagió también de ese defecto. Terminando muy encimista y vulgar. Muchos pases, pero poca emoción.
Y Tomás Rufo, como sus compañeros de terna, también cerraba su paso por la feria este viernes. También le tocó un lote muy desrazado de Alcurrucén. Pero con algún posible aprovechamiento que no terminó de ver. Estuvo muy mecánico y dejando claro que la frescura que siempre tuvo en este coso del Baratillo, este año no le ha acompañado.
Y ya pensando en la corrida de este sábado. Con el último “no hay billetes” asegurado y con la vuelta del autor de la mejor faena, hasta el momento, Juan Ortega, que compartirá cartel con Roca Rey y Pablo Aguado. A ver si los toros de Victoriano del Río se prestan más que los de hoy.
FICHA DEL FESTEJO
Viernes 19 de abril de 2024. Plaza de toros de la Real Maestranza de SEVILLA. Feria de Abril. Corrida de toros. 13º festejo de abono. Lleno de “no hay billetes” y temperatura más suave que en las tardes pasadas.
Seis toros de Alcurrucén, bien presentados, variados de capa y de juego muy parecido. Todos faltos de casta y nobles, incluido el 5º, manso, que luego no se comió a nadie en la muleta
MORANTE DE LA PUEBLA (caldero y oro): pinchazo hondo (silencio); tres pinchazos, pinchazo hondo y cuatro descabellos (silencio).
SEBASTIÁN CASTELLA (rojo carmesí y plata): estocada baja (petición y saludos); media estocada y un descabello (aviso y saludos).
TOMÁS RUFO (lila y oro): dos pinchazos (silencio); estocada caída (silencio).
Cuadrillas:
Con las banderillas se desmonteró José Chacón (2º). Y también destacó Curro Javier (1º) y Alberto Zayas y Joao Ferreira (4º).