Morante de la Puebla, sin suerte

Oreja para Castella y Roca Rey en un Domingo de Resurrección donde fallaron los toros de la casa Matilla

Este Domingo de Resurrección se levantaba el telón de la temporada en la Maestranza con la misma expectación de siempre, pero con un factor poco habitual en el coso del Baratillo, la humedad. Y es que una semana continuada de lluvias incesantes e inmisericordes se ha llevado por delante casi toda la Semana Santa sevillana y por poco, también, una de las corridas más importantes de la temporada taurina.

Todo estaba preparado, la plaza de toros de dulce, el cartel de relumbrón, los aficionados con sus mejores galas, los toreros dispuestos y la borrasca “Nelsón” sin querer perderse tampoco el acontecimiento. Y casi chafa el asunto, a punto estuvo. Y si a partir de las tres de la tarde parecía que se iba para no volver, no lo hacía del todo. Y a eso de las cinco y media volvía a llover, pero con ganas. Diluviaba, como si no hubiera llovido bastante durante los siete días precedentes. Y todo eso con la lona protectora del ruedo recién quitada.

Menos mal que sobre las seis y media hubo clemencia general, las nubes se dispersaron y los operarios dejaron el albero listo para que a las siete y cinco se hiciera el paseíllo y comenzara el festejo con media hora de retraso, y con una humedad que se fue metiendo en los huesos poco a poco. Así que pasadas las nueve y media, hora final del festejo, se tuviera una sensación más de corrida invernal que de plena primavera.

Todo eso con respecto a la situación climatológica en la que se desarrolló la tarde. Y con respecto al balance artístico, tampoco será un Domingo de Resurrección que pasará a la historia. Todo influido por las condiciones de los toros que saltaron al ruedo. Los siete, incluido el sobrero, fueron un dechado de falta de clase, fuerzas y casta. Y además no tuvieron las hechuras esperadas para esta corrida tan importante, muy desiguales de presentación.

Aun así, se cortaron dos orejas, una para Sebastián Castella y otra para Roca Rey, mientras que Morante de la Puebla no pudo pasar de voluntarioso.

El francés hizo dos faenas largas y de idéntica factura, pero de desigual resultado. Si con el quinto no hubo manera de armar las series por los constantes enganchones en los muletazos, a consecuencia del cabeceo molesto del toro; en el segundo sí que pudo templar y sobreponerse a la esaboría condición del animal. Castella estuvo al pie del cañón, sorteando coladas y sin aburrirse. Hasta que lo desengañó y, a base de temple, le arrancó varios naturales largos y ligados. Lo tumbó de una buena estocada y le arrancó la oreja.

Mismo premio que se llevó Roca Rey, éste en el tercero bis. El peruano también supo sobreponerse a la falta de raza del de Hermanos García Jiménez. Temple y sometimiento, sobre todo en la segunda parte de cada muletazo, donde le apretaba más para llevarlo más obligado. Lo que más llegó al público fueron los pases de pecho con los que remataba las series. Hasta que se acabó el toro y la faena. Mató de estocada que bastó.

En el sexto, de Román Sorando, que estaba anunciado como segundo sobrero, pero que saltó al ruedo como titular, tras problemas en el chiquero para que saliera el anunciado de Matilla, poco destacable por su condición aplomada y por las ganas del respetable de salir pitando a tomarse un café o un tinto y poder entrar en calor.

Morante de la Puebla no pasó de tener un balance de silencio en su lote. A su primero le dibujó tres verónicas y media de bella factura. Luego con la muleta dejó algún muletazo destacable aislado, como el trincherazo del tanteo inicial y tres derechazos erguido y de mano baja. Pero el toro no quería coles y Morante no tuvo más opciones. Y en el cuarto, igual. Morante lo intentaba y el toro pasaba de pelea, hasta que a la salida de un derechazo perdió el equilibrio y se derrumbó, y ya no se pudo enderezar el trasteo, si es que en algún momento cobró derechura.



FICHA DEL FESTEJO
Domingo 31 de marzo de 2024, Domingo de Resurrección. Plaza de toros de la Real Maestranza de SEVILLA. 1º festejo de abono. Lleno de “No hay billetes” y tiempo primaveral al principio, para terminar con frío.

Cinco toros de HERMANOS GARCÍA JIMÉNEZ, uno de OLGA JIMÉNEZ (sobrero 3º) y uno de ROMÁN SORANDO (6º). Corrida muy desigual de presentación, sin clase y de poco juego en líneas generales. El menos malo el 3º.

MORANTE DE LA PUEBLA (obispo y oro): pinchazo y estocada baja (silencio); tres pinchazos y descabello (silencio).
SEBASTIÁN CASTELLA (azul marino y oro): estocada (oreja); pinchazo y estocada (silencio).
ROCA REY (verde esmeralda y oro): estocada (oreja); estocada (silencio).

Cuadrillas:
En banderillas se desmonteraron: Curro Javier y Alberto Zayas (1º), Joao Ferreira y Alberto Zayas (4º) y José Chacón (5º). Y con el capote de brega destacó Curro Javier en el 4º.

Incidencias:
El festejo comenzó media hora más tarde por el arreglo del ruedo a consecuencia de la fuerte lluvia caída durante una hora antes del inicio.
Antes de comenzar el paseíllo la banda del Maestro Tejera interpretó el himno nacional.
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