El encuentro se desarrolló con lleno absoluto en el Teatro Cajasol

El matador de toros Emilio de Justo y el seleccionador nacional de fútbol, Luis de la Fuente, han protagonizado en la noche de este miércoles una nueva edición de los Mano a Mano de la Fundación Cajasol, en concreto la número 69 de estos encuentros culturales que se celebran en Sevilla desde 2007.

La extensa cola que rodeaba la Fundación Cajasol desde una hora antes del comienzo del acto delataba la gran expectación que había despertado este encuentro que, una vez más, buscaba las analogías y espacios comunes entre dos espectáculos que, en este caso, detentan el mayor poder de convocatoria entre los españoles.

La charla, moderada por el conductor habitual de estos encuentros, el periodista José Enrique Moreno, se sustentaba en la amistad de sus dos protagonistas, sellada a través de un brindis del torero al seleccionador en la pasada Feria de San Isidro. Ése fue el punto de arranque de un ameno coloquio que abarrotó el salón de actos de la sede de Cajasol.

Se trataba del quinto encuentro que hilaba el mundo del balón con el del toreo, “una unión que siempre ha existido”, según apostilló el torero que recordó que el primer día que Luis de la Fuente le acompañó en una tarde de toros abrió la Puerta Grande de Las Ventas.

“Estaba acomplejado, viéndole vestirse con esa tranquilidad y hablando de fútbol”, recordó el seleccionador que presumió de esa amistad y de su amor a Sevilla. “El toreo es una escuela de valores que cada vez están menos vigentes y lo unen al mundo del fútbol”, apreció Luis de la Fuente hablando de sacrificio, afán de superación, esfuerzo…

“Son dos espectáculos clave en nuestra sociedad” añadió el torero, incidiendo en esa escala de valores que comparten coletudos y jugadores aludiendo a “la magia y la sensibilidad del torero que ha atrapado a tantos futbolistas”. “Es que el fútbol y el toro tienen poco que ver con lo que se ve en la televisión; todo cambia en la plaza o el campo y da potencia al mensaje y las emociones”, apostilló el míster.

El moderador recordó que Juanito, el mítico futbolista, toreaba y proyectaba sus pinitos en el autobús del equipo para compartirlos con sus compañeros de equipo. Eran otros tiempos… Pero Luis de la Fuente valoró, por encima de cualquier patada o lesión, el supremo trance que pasan los hombres que se visten de luces. “Me sorprendió la naturalidad y la normalidad con la que se toma la vida Emilio de Justo”, un matador que sabe de la soledad del ‘banquillo’ antes de romper como torero de ferias.

“Cuando consigues llegar, ese tiempo te ayuda a seguir teniendo los pies en la tierra y a ayudar a otros compañeros que lo tienen difícil; cuando uno se sacrifica por un sueño o un objetivo merece esa recompensa”, explicó el diestro cacereño. Luis de la Fuente abundó en esa idea llevándola a un terreno vital. “Se trata de caer y levantarse, en la vida, en los toros y en el fútbol; los momentos malos van a ser más que los buenos y todos queremos jugar, pero no siempre podemos jugar todos…”.

Fortaleza mental
Hubo otros conceptos que barajar como la fortaleza mental necesaria para caminar a alto nivel en el toreo o el deporte. “Juega un papel más importante que el propio físico”, apreció Emilio de Justo explicando que “la vida puede cambiar en un momento y hay que estar preparado para ello”. El matador recordó sus años de ostracismo, paliados con “vocación y afición”. En ese punto se hizo necesario recordar la durísima lesión vertebral que estuvo a punto de costarle la vida.

“Estuve esa tarde y lo he puesto como ejemplo; pudo quedarse en una silla de ruedas y lo superó gracias a su esfuerzo y capacidad de superación”, subrayó Luis de la Fuente. “Es un ejemplo para toda la sociedad de lo que hay que hacer para superar ese tipo de situaciones”, remachó el entrenador.

¿Son los mismos valores que adornan hoy a las capas más jóvenes del fútbol? El seleccionador nacional contestó a la pregunta apreciando el cambio generacional. “A veces ves algunas carencias de esos valores, antes estaban en casa y en la escuela”, señaló Luis de la Fuente hablando de éxito y fracaso, un concepto que descartó para todos aquellos que se dedican a lo que realmente les apasiona.

“Ese carisma y esa forma de ver la vida le ayuda en su profesión”, apostilló Emilio de Justo sobre De la Fuente. “Es la forma de ver las cosas difíciles mucho más fáciles”, sentenció el torero. Pero la charla ahondó en otros terrenos como el espíritu de equipo o la ausencia de egoísmo como claves del mundo del fútbol. En esa línea cabía hablar de otros paralelismos entre el mundo del toreo y el del balón. De la Fuente mencionó al sevillista Francisco, presente en la charla, como ejemplo de “futbolista artista”.

Esa condición, la de artista clásico, es la que ha adornado a Emilio de Justo. “En mi cabeza siempre han cabido muchos toreros pero siempre me he identificado con el toreo clásico, especialmente los de los años 80 que tenían una personalidad muy marcada, todos eran distintos”, señaló el matador que evocó su presentación en la plaza de la Maestranza, siendo novillero sin caballos, en el ciclo de promoción del verano de 2001.

“Mientras más trabajo más suerte tengo”, espetó Luis de la Fuente, que recordó que la génesis de su afición taurina data de su infancia en la localidad riojana de Haro, donde vio torear en su plaza a Palomo Linares, aunque su madre fuera "enorme admiradora" de Curro Romero. “Me aficioné viendo una corrida de los toreros banderilleros Esplá, Mendes y El Soro con una corrida de Victorino Martín”. Después llegaron Joselito, Ponce… o Emilio de Justo. “Me lo presentó Roberto Gómez en un evento en el Centro Riojano de Madrid y desde entonces puedo presumir de esta amistad que va más allá de una simple afición hablando con naturalidad y normalidad”, añadió el seleccionador.

Sevilla
El moderador resaltó ambos conceptos, el de naturalidad y normalidad, tantas veces ausentes en la vida cotidiana de hoy. Pero había que seguir hablando del torero y su relación con Sevilla. “Me presenté con picadores en 2002; me impresiona mucho la plaza, pesa muchísimo su silencio, su forma de entender el toreo y para que pase algo importante tienes que hacer las cosas muy bien, es uno de los sitios que más se entiende de toros y aunque es una plaza que te atrapa, te pesa mucho”.

De la Fuente habló del coso sevillano como “templo”. Las comparaciones entre la Puerta del Príncipe y la victoria de la ‘Champion’ era inevitable. “Sevilla y Madrid son dos plazas distintas, un triunfo rotundo en Madrid te coloca en el circuito pero Sevilla te da la vitola de torero grande” señaló el matador que ha pasado con nota en ambos escenarios. El cacereño recordó la lidia de ‘Filósofo’, un gran ejemplar de Matilla al que cortó dos rotundas orejas en Sevila. En Madrid volvió después del gravísimo percance de 2022 y lo hizo en triunfo. Esa tarde, precisamente, se hizo una foto –proyectada durante el acto- que retrata el saludo entre el torero y el seleccionador que acompañó a su amigo desde que se vistió en la habitación del hotel, pasando por la furgoneta de la cuadrilla, hasta el patio de cuadrillas de Las Ventas.

“Yo no quería hablar por no molestar y me estaban preguntando cosas de fútbol”, comentó asombrado Luis de la Fuente valorando el temple y la tranquilidad de los hombres que se visten de luces. Pero Madrid, recordó José Enrique Moreno, le dio el triunfo y también le midió. “Cuando no llegas a nivel te pueden pasar la factura; venía de una lesión muy grave, aún no había recuperado la rotación total del cuello y la exigencia fue mayor tarde a tarde pero estoy orgulloso de haber estado cuatro tardes en San Isidro gozando de las mejores y aprendiendo de las más duras, eso ha servido para que la temporada haya ido en ascenso”.

“Estoy orgulloso de haber superado muchas inseguridades y esos triunfos han hecho que cada vez crea más en mí superando cualquier complejo”, se sinceró el torero recordando la amplia baraja de triunfos de un año que le ha servido para afianzarse en el circuito de las ferias. Emilio no tuvo empacho en recordar las circunstancias del tremendo percance del 10 de abril de 2022 en Madrid, “la gente sabe y valora que en momentos determinados me ha costado volver a coger mi nivel es porque un toro me ha cogido y me ha hecho muchos daño, pero valoran que he sido capaz de superarme”.

“Es un mensaje sincero, no está impostado y eso cala. Cuando hablas de esfuerzo, de sacrificio y de dolor estás hablando de conceptos de los que no puedes prescindir si quieres seguir caminando”, añadió el seleccionador, que habló de sus jugadores a los que anima, tras cada entrenamiento diciéndoles que “siempre se puede mejorar; así sí se puede ganar”, sentenció.
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