Desde el convencimiento de que "cualquier tiempo pasado siempre fue peor", la escritora aragonesa, referente de novela histórica, afirma que sus libros siempre tienen que ver con "el aprendizaje de la historia, porque el pasado da una perspectiva para mirar las cosas" y añade que "todas mis novelas tienen un vínculo sentimental, surgen de un pálpito. En "Lejos de Luisana" la conexión sentimental han sido los años que pasé en EEUU viviendo. En mi tierra, Benasque, he visto cómo desaparecían las tradiciones, por eso me sentí muy identificada con el drama de la pérdida del mundo de los nativos americanos y quise reflejarlo en una novela".
Por su parte, Sara Mesa, escritora que atesora premios y cuyos libros son aclamados por la crítica, mantuvo un interesante coloquio con Laura Hojman, en el que esbozó las líneas de su trabajo creativo. "Yo suelo inspirarme en gente real al escribir. Soy muy observadora, la realidad es mi inspiración. De ella extraigo mis historias, ficciono lo que veo, no creo que invente nada. Esa idea romantizada de que la inventiva está ligada a la llegada de las musas no casa con mi proceso creativo".
La autora de "La familia", su último libro, y de éxitos como, "Cara de pan" o "Un amor", que llegará al cine de la mano de Isabel Coixet, reconoce que es "muy metódica en su trabajo y autocrítica". "Escribo a diario, lo que no significa que todo valga ni quede. Escribir es difícil porque no todos los textos son perfectos ni tienen fuerza. Hay que saber desechar. La escritura es como una excavación, a veces encuentras cosas que no valen o sobran y hay que desprenderse de ellas".