Se exhibirán dos contratos de trabajo, fechados en 1566, sobre la realización de la figura de bronce y la esfera que la sostiene

El Archivo Histórico Provincial de Sevilla (AHPS), dependiente de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte, dedica el Documento del Mes -actividad impulsada para dar a conocer los fondos documentales de la institución archivística sevillana- correspondiente al mes de diciembre a dos documentos vinculados a Bartolomé Morel, fundidor de artillería y responsable de la fundición de El Giraldillo y de la esfera que lo sustenta.

A la presentación de la actividad han asistido el director general de Patrimonio Documental y Bibliográfico, Juan Cristóbal Jurado, la delegada territorial de Turismo, Cultura y Deporte, Minerva Salas y el director del Archivo Histórico Provincial de Sevilla, Braulio Vázquez, que han ofrecido detalles de esta selección de documentos.

En concreto, se exhibirán dos contratos de trabajo fechados en 1566. El primero de ellos, está fechado en Sevilla el 27 de agosto de 1556 entre Bartolomé Morel, fundidor de metales, y Antonio Corral, canónigo, en nombre del deán y cabildo de Santa Iglesia Catedral de Sevilla. En él, Morel se obliga a hacer una figura de bronce para el remate de la torre de la dicha Catedral conforme a las condiciones establecidas.

En el primero, Morel se comprometía a tenerla acabada en ocho meses, recibiendo por su trabajo 600 ducados de oro. El cobro se dividía en 200 ducados al terminar la fundición y 400 ducados asentada la figura en la torre con su movimiento. También se establecía que recibiría hasta 400 ducados más por el metal que fuere necesario. Las fechas de pagos estaban condicionadas a unas cláusulas avaladas por sus fiadores, su padre Juan Morel y Juan García de los Olivos.

Aunque actualmente se conozca la imagen que remata la Catedral de Sevilla como Giraldillo, en el momento de su construcción se la denominó “figura del remate de la torre” o “figura de metal de bronce”, y ha sido citada a lo largo de sus cinco siglos de historia de diversas formas: Coloso, Veleta, Giganta o Triunfo de la Fe Victoriosa, tal y como explican técnicos del Archivos Histórico Provincial.

El origen del Giraldillo se encuentra en 1557. Ese año el Cabildo Catedralicio convocó un concurso de ideas para el campanario de la Giralda, siendo elegido el proyecto de Hernán Ruiz, cuyo contrato profesional está fechado el 17 de diciembre de 1557. La figura fue diseñada por el pintor Luis de Vargas y Juan Bautista Vázquez fue quien hizo el molde para su vaciado en un modelo tridimensional.

El Giraldillo muestra una Minerva guerrera, aunque adaptándola a una manera religiosa, fruto de tiempo en el que se vivía. En esos momentos España se disputaba la hegemonía del Mediterráneo con el Imperio Turco, Europa se enfrentaba a la Contrarreforma y en la Península Ibérica se combatía la rebelión de los moriscos. Por lo tanto, con la figura del “Coloso de la Fe victoriosa” se pretendía dar un mensaje claro del triunfo de la doctrina católica sobre sus enemigos.

El segundo de los documentos seleccionado, fechado el 21 de mayo de 1566, recoge las condiciones para la fundición de la bola de bronce que sostiene el Giraldillo. En él, Bartolomé Morel concierta con Antonio Corral, canónigo y mayordomo de la Iglesia Catedral de Sevilla, y se obliga a hacer una bola de bronce de “cuatro pies de ancho e cuatro pies e una octava de alto”, según el diseño de Hernán Ruiz, y tenerla acabada para el día de San Juan. Por este trabajo Morel recibió 2.747 maravedíes el 27 de mayo y 89.187 maravedíes el 8 de julio.

El proceso de fundición tuvo que ser laborioso y difícil, tanto por el tamaño de la figura como el hecho de que se fundiera en una sola pieza. Se conoce por la documentación que los trabajos de la fundición se ejecutaron en la Catedral, mediante la técnica de la cera perdida. Finalmente, dos años después de lo pactado, el 13 de agosto de 1568, coronando la Giralda y a 100 metros de altitud, se colocó la gran estatua de 1.500 kilos de peso y 4 metros de altura.

Bartolomé Morel formaba parte de una familia de fundidores. Su padre, Juan Morel el Viejo, tenía su taller en la collación de San Vicente y fue nombrado en 1533 fundidor de artillería y campanas. Morel fue un personaje vinculado a la Catedral de Sevilla, ya que su nombre se puede ver en varios trabajos ejecutados en ella, como son el facistol del coro, el pie del candelero del oficio de tinieblas y la fundición de siete campanas de la Giralda.
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