Los datos que comentan han quedado reflejados en los fondos de este Archivo municipal porque el Ayuntamiento de Pilas ha venido desempeñando, desde hace siglos, “un papel muy importante” en la celebración de las fiestas religiosas locales, donde no solo participaba a nivel representativo a través de sus ediles (como detentadores de la autoridad pública competente), sino también asumiendo gastos de diversa índole con los caudales municipales, según apuntan desde el departamento municipal pileño.
En las fotografías de los documentos que publican para ilustrar estas reseñas, se pueden observar como el Consistorio pileño cooperaba económicamente con las Hermandades arreglando las calles para facilitar la marcha de las procesiones (una cuestión de suma importancia, porque muy pocos tramos estaban empedrados y abundaban las calles de tierra), pagando los honorarios de las bandas de música que acompañaban a las imágenes, así como sufragando el coste de ritos litúrgicos.
Uno de éstos era la Adoración de la Cruz, el cual se celebraba durante la función del Viernes Santo donde estaban presentes los munícipes. Igualmente, para el Domingo de Ramos el Ayuntamiento de Pilas solía comprar palmas, las cuales se repartían luego entre los concejales y las autoridades judiciales y eclesiásticas, destacando por su calidad las que se destinaban a los señores alcalde, juez municipal y párroco.
La información que aportan estos documentos es “muy somera” dada su naturaleza (son registros contables); éstos se ceñían a indicar con pocas palabras los gastos que se hacían con cargo al presupuesto municipal. No obstante, sirven para descubrir curiosidades sobre los actos de la Semana Santa de Pilas, así como el nombre de algunos pileños que coadyuvaron a su celebración, tales como: D. Antonio Valladares Martín (director de la banda de música local) o Diego Cascajo Cardellat, Diego Hernández Garrido y Antonio Cardellat Barragán (los cuales trabajaron junto a otros pileños anónimos en el arreglo de las calles para permitir las estaciones de penitencia).
A continuación se describen, separando por años, las noticias acerca de la Semana Santa de Pilas que contienen los citados documentos:
SEMANA SANTA DE 1846
El Ayuntamiento pagó 32 reales “a José Díaz de la Fuente por los ramos” y otros 90 por el “ofrecimiento del Viernes Santo”.
SEMANA SANTA DE 1891
19,50 pesetas “a Diego Cascajo Cardellat y otros por la limpieza de las calles Sevilla y otras para el paso de Cofradías de Semana Santa”.
25 pesetas “a Gabriel Sánchez por la oferta (ofrenda) hecha por el Ayuntamiento el Viernes Santo en la adoración de la Cruz según costumbre”.
SEMANA SANTA DE 1899
65 pesetas “a D. Antonio Valladares Martín su gratificación por asistencia de la banda de música que dirige a las Cofradías de Semana Santa”.
15 pesetas “a D. José Cabello por el importe de las palmas para el Domingo de Ramos”.
SEMANA SANTA DE 1900
98 pesetas “a Antonio Cardellat Barragán por los gastos ocasionados en el arreglo y relleno de tierras y escombros de las calles señaladas para la estación de las cofradías de Semana Santa”.
También hay una gratificación “a D. Francisco Más y otro por el importe de las palmas traídas por el Ayuntamiento para la función de Ramos”.
38 pesetas “a D. José de Medina y Tur, por las ofrendas hechas por el Ayuntamiento en la adoración de la Cruz en la función del Viernes Santo”.
Como curiosidad, destacar el libramiento n.º 50 del mismo documento donde anotan el pago del empedrado del paseo de la plaza Cánovas del Castillo (hoy Plaza Mayor).
SEMANA SANTA DE 1904
42 pesetas “a Diego Hernández Garrido por los gastos de arreglo y composición de las calles que forman la estación de las cofradías de Semana Santa”.
54 pesetas “a D. José de Medina y Tur, cura propio el importe de la cofradía hecha por el Ayuntamiento en la Adoración de la Santa Cruz en la función del Viernes Santo”. A este cura también fue recompensado“por los sermones que ha predicado en la cuaresma del presente año”.
Después de las circunstancias tan especiales que nos han tocado vivir estos dos últimos años, desde el Archivo Municipal de Pilas transmiten “ánimo a las Hermandades locales, deseándoles que puedan volver a celebrar cuanto antes los actos, cultos y funciones religiosas habituales de una fiesta tan arraigada como la Semana Santa de Pilas, la cual es heredera de una pretérita tradición que se remonta, al menos, al siglo XVII”.
