Con la arquitectura agraria de las marismas del Guadalquivir siempre como horizonte, Pepe Salas vertebra toda una serie de obras con el blanco como hilo conductor. Una muestra que es testigo de un cambio vital en su autor y de un punto de inflexión en su trayectoria conceptual.
Silencio Blanco es la culminación de un viaje interior que encuentra su punto más álgido durante el confinamiento de 2020 y que ve ahora la luz en forma de óleos donde hasta su tamaño reducido se reviste de significado.
Este trabajo supone, en palabras del propio Pepe Salas, una ruptura total con el concepto creativo que venía desarrollando hasta entonces, basado en el uso del carboncillo y en el dominio de los negros. En Silencio Blanco, los protagonistas son la simetría constructiva y el sentido místico del blanco, conjurados para representar el patrimonio agrario solitario de las marismas sevillanas.
La memoria juega también un papel importante en todas estas obras. Recuerdos de la infancia recorriendo estas haciendas, cortijos y lagares se representan ahora inexorablemente asociados a escenas y estancias religiosas por medio del blanco. La luz acaba aludiendo a lo atemporal y lo metafísico de unas construcciones por las que tan fuertemente se ve atraído.
“Utilizo fotografías, dibujos realizados in situ y esquemas compositivos de pintores del Renacimiento, dando lugar unas veces a representaciones verosímiles de alzados. Otras son elementos sueltos que voy engarzando a modo de puzzle para crear una composición nueva”, refiere el propio artista.
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Magasé Art Gallery
Sevilla
Silencio Blanco
Pepe Salas
La Puebla
La Puebla del Río