Fe, devoción, hermandad y “sentimiento rosariero” en la procesión de Nuestra Señora del Rosario en Mairena del Aljarafe

Había muchas ganas de que llegara este momento. Por eso, cofrades, devotos y el pueblo en general salió este domingo a las calles del centro de Mairena del Aljarafe para acompañar a Nuestra Señora del Rosario en procesión, en un recorrido en el que además se pudo disfrutar de buen tiempo.

Dos años hacía que no podían salir. La meteorología adversa de 2019 lo impidió a escasos metros de haber emprendido la salida procesional y la pandemia del coronavirus hizo que ni siquiera se pudiera contemplar esa opción en 2020. Dos circunstancias que han hecho que el deseo de ver en la calle a la mairenera Virgen del Rosario se haya acrecentado este 2021 y todo haya fluido como era costumbre, con la salvedad de las mascarillas.

Más de cinco horas de procesión sobre el costal de tantas personas deseosas de volver a ponerse debajo del paso de la Virgen y de llevarla por todo Mairena para que su pueblo la viera pasando por todos y cada uno de los arcos que la Hermandad dispuso por todo el recorrido, engalanados y con alusiones a las Letanías del Santo Rosario.

Uno de los momentos más emocionantes fue la llegada de la Imagen a su Casa de Hermandad. Los costaleros la situaron frente a la fachada, bajo la cúpula que permanecía apagada y que se iluminó dando luz a una lluvia de pétalos que emocionó a todos los asistentes a los sones de ‘Mi amargura’, interpretada por la Banda de la Cruz Roja de Sevilla, que la acompañó musicalmente durante toda la procesión.

Unos metros antes, la Hermandad fundada en 1615 había parado a las puertas del Ayuntamiento, donde le esperaban miembros del equipo de Gobierno y donde el alcalde, Antonio Conde le entregó un ramo de flores en nombre del pueblo de Mairena.

La Hermandad del Rosario tampoco olvidó a todas aquellas personas que ya no están entre nosotros y su Titular paró al inicio de la calle Pozo Nuevo mirando hacia el Cementerio municipal para después emprender el trayecto final de su recorrido por la Calleja hasta regresar a su templo, la Parroquia de San Ildefonso, donde las emociones de nuevo volvieron a brotar durante la interpretación de una Salve y del Himno Nacional con los que Nuestra Señora del Rosario entró a la Iglesia poniendo fin a la jornada principal de sus fiestas.