Corta dos orejas en la Feria de San Miguel
Morante de La Puebla, punto y aparte en La Maestranza de Sevilla
Ya se presagiaba algo grande en el recibo por tijerillas de rodillas, aunque la intensidad subió con el quite a la verónica, alcanzando la catarsis de la belleza con el toreo en redondo, tanto con la izquierda como con la derecha, citando muy en corto y rematando con pases de pecho de pitón a rabo, que hizo que literalmente toda la plaza se pusiera en pie.
Una maravilla de faena y una constatación de que lo clásico siempre será lo más moderno, y que por algo el toreo engloba todos los matices para ser patrimonio mundial inmaterial y de las bellas artes.
Al torero de La Puebla del Río lo acompañaron otros dos coletas, Juan Ortega y Roca Rey. El sevillano Ortega, se ha convertido por méritos propios en la esperanza de la continuidad del toreo bello y profundo, ralentiza las embestidas y se encuentra a gusto rememorando a los toreros trianeros y gitanos para más señas. Un lujo para el escalafón actual. Así lo constató en el único que medio se dejó, el segundo de la tarde.
Y Roca Rey hizo lo que pudo, sobre todo arrimarse. Pero sobresalir artísticamente ante esa erupción de arte es casi tarea imposible.
En cuanto a los toros, de nuevo “los juampedros” fueron un dechado de falta de fuerzas, aunque con la oportuna nobleza para prestarse al “toreo artista”.
Ficha del festejo
Plaza de toros de la Real Maestranza de Sevilla. Viernes 1 de octubre de 2021. Corrida de abono dentro de la Feria de San Miguel. Lleno de “no hay billetes” con el 60% del aforo permitido. Y buen tiempo.
Toros de Juan Pedro Domecq, bien presentados, nobles y blandos, algunos rallando en la invalidez.
Morante de la Puebla (frambuesa y azabache, con bordados en oro): silencio y dos orejas.
Juan Ortega (grosella y azabache): ovación con saludos y ovación.
Roca Rey (pizarra y oro): palmas y silencio.
Cuadrillas: se desmonteró Juan José Domínguez tras parear al tercero y destacó la lidia con el capote de Jorge Fuentes en el quinto.