Como describe la Comisión de Nuestra Señora de las Nieves Coronada, este año la persona designada para realizar dicho cartel ha sido Manuel Ortiz Martín, conocido artísticamente como Manuel Machuca. Nacido en Benacazón, reside actualmente en Castilleja de la Cuesta donde es un afamado peluquero. De formación autodidacta, su afición a la pintura le viene desde pequeño en el colegio, donde ya destacaba en el dibujo. A Manuel le avalan muchas horas de dedicación a la pintura, siendo uno de sus hobbies favoritos y son muchas las técnicas artísticas que ha aprendido hasta el día de hoy.
Para Manuel, "la posibilidad de realizar el cartel de las Nieves es un lujo, como para cualquier persona que se ha criado bajo el manto de la Virgen de las Nieves", ya que en esta Parroquia fue bautizado, realizó su primera comunión y se casó.
Realista y detallado
El cartel está realizado en lienzo sobre bastidor pintado a óleo de manera impresionista con pinceladas irregulares, donde se ve la cara de nuestra Madre la Santísima Virgen de las Nieves retratada con un impresionante realismo y detalle. El rostro de la Virgen, en un perfil majestuoso, irradia serenidad y devoción, adornado con un manto decorado ricamente con perlas y encajes que resaltan su divinidad y uno de los arcos efímeros que adornan las calles del pueblo. En la parte superior e izquierda del lienzo, se encuentra una inscripción en azul con el lema "Ni Velázquez, ni Murillo, ni Goya, ni Zurbarán, nunca pudieron pintar a la Virgen de las Nieves en su pueblo coroná", letra de la canción que cantó el cartelista en la noche del pasado 6 de Mayo de 2023.
La técnica de óleo permite una riqueza de texturas y colores, evidente en los detalles minuciosos del manto y la piel de la Virgen. Los tonos cálidos y la luz sutil que ilumina el rostro añaden una dimensión casi táctil a la pintura, invitando al espectador a una contemplación íntima y personal.
Manuel es además cantaor flamenco y dispone de una colección de cuadros de personajes relevantes de este mundo, que ha completado con dos relieves de terracota, precursoras, probablemente, de otras obras escultóricas. En la actualidad, Manuel está fusionando pintura y cante, "buscando el alma en el retrato e intentando captar ese instante desde mi corazón", además de contar con dos discos en el mercado.
El uso del color y la composición dirige la atención del espectador directamente al rostro de la Virgen, estableciendo una conexión emocional inmediata. La delicadeza en la representación de las manos y los adornos refuerzan la maestría del artista en capturar detalles precisos y la devoción con la que se aborda este tema.
