La ermita de San Juan Bautista de Coria del Río ha sido el escenario del acto de presentación del cartel y el logo conmemorativos del 525 aniversario de la realización de la imagen del Cristo De la Vera Cruz, titular de la hermandad del mismo nombre. El autor, Juan Miguel Martín Mena, explicó, de una manera pormenorizada, todos los detalles de su magnifica obra al mismo tiempo que daba las gracias a la hermandad por haber sido elegido para su realización. Durante el acto fue también presentado el calendario de actos culturales, formativos y caritativos que se van a desarrollar durante este año 2024 y hasta el 24 de junio de 2025, día en el que se darán por concluidas las actividades conmemorativas. Entre ellas, se va a celebrar un Congreso extraordinario con el tema de los crucificados en la transición del Gótico al Renacimiento.

Características de la obra

La obra está realiza en técnica mixta sobre un papel envejecido con tintes naturales encolado a tabla. Mide 70 cm por 1 metro y se ha usado grafito acuarela y acrílico. "El Cristo de la Vera Cruz", emerge como un poema visual, donde cada pincelada y cada trazo es una estrofa que narra la devoción y la historia de la Hermandad De la Vera Cruz en Coria del Río.

El Cristo, en el centro de la composición, irradia una presencia serena y poderosa gracias a tres halos de luz que conforman sus antiguas potencias haciendo referencia al lema del aniversario. “De la Cruz a la Luz”. Esta cruz se corona con la leyenda “Vera Cruz” a modo de “inri”. Una cruz que no está, destacando la importancia de la talla del cristo sobre el resto de atributos posteriores.

Mientras detrás de él se despliega un tapiz de memoria y fe, reminiscencia de aquel paño de tinieblas que durante una época abrazara al Cristo y que ahora se dispersa en forma de papeles, antiguos documentos, mapas y añejas fotografías. Esta ilusión óptica gracias a la técnica del trampantojo, es un guiño personal con el que el autor se atreve a rendir homenaje al que fue gran referente y amigo, el gran pintor coriano Don Hipólito Viana. Vemos entre estos documentos, un mapa con el antiguo cauce del Río Guadalquivir a su paso por Sevilla, marcando con cruces rojas las tres paradas que hiciera aquella carabela de la leyenda que dejó una imagen de Cristo Crucificado en cada lugar donde, misteriosamente, se quedaba varada como si quisiera sembrar la semilla de la devoción es esos puntos concretos.

Pero sobre las leyendas siempre se antepone la Historia y aquí se simboliza a través de los documentos hallados en la restauración de Antonio Castillo Lastrucci en el 1931 y que datan la imagen en el año 1500. Este plano se funde con la anatomía del Cristo, añadiendo capas de historia y misterio a esta composición.

El himno del Cristo también resuena en las líneas de otra hojilla que asoma para hablarnos de la seña de identidad actual de esta Hermandad.

La advocación de la Virgen, se representa tras una rosa blanca, que canta en silencio, siempre discreta, su amor maternal. Seguimos el recorrido descendente de las líneas curvas de la fisonomía del Santísimo cristo para encontrarnos con unas fotografías que son ventanas a un pasado más reciente, mostrando en una a la ermita como faro de esperanza y en la otra la vista del pueblo desde el Cerro hasta el río que se traza como horizonte de fe.

A los pies del Cristo, sus ángeles siguen custodiándolo, y descienden los 33 escalones del que es: Gólgota coriano, uniendo en un abrazo eterno al Cristo del Cerro con su pueblo.
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