A la empresa Lances de Futuro, comandada por José Maria Garzón, le gusta celebrar, siempre que puede, el “Día de la Hispanidad”, y como ya hiciera hace tres años en Córdoba, en plena pandemia, con el mano a mano entre Morante y Juan Ortega, en esta ocasión lo ha vuelto a hacer en Morón de la Frontera, con una novillada sin picadores para Mariscal Ruiz, Martín Morilla y Javier Zulueta.

El ambiente era fabuloso, con un graderío cubierto en algo más de su mitad, repleto de familias enteras y muchos niños, como termómetro de que hay relevo generacional, sobre todo si se cuida con una política de precios que ayuda al fomento de esta fiesta muchas veces atacada sin fundamento.

La salida del primer novillo se retrasó unos minutos por el homenaje que le hizo el escultor Manuel Martín Nieto a Juan José Padilla. Le entregó un busto suyo al torero jerezano y éste agradeció el gesto y animó a los toreros actuantes. Previamente se hizo el paseíllo, con el acompañamiento a los lados del ruedo de numerosos niños, que portaban banderitas de España y que se mantuvieron ahí hasta que se escuchó el himno nacional y salió el novillo.

Los novillos pertenecientes a las ganaderías de Vistalegre, Macandro y Sorando tuvieron el denominador común de la nobleza y justeza de fuerzas y raza, que añadido a su trapío, también en alguno de ellos demasiado justo, hizo que en más de una ocasión faltara emoción en los tendidos.

Por lo que con este material, los novilleros anduvieron más que sobrados, sobre todo Mariscal Ruiz y Javier Zulueta, muy placeados esta temporada, mientras que Martín Morilla tampoco desentonó.

Mariscal Ruiz cortó una oreja en cada novillo de su lote. Y de nuevo puso en evidencia que está más que preparado para empresas mayores, así que suponemos que su debut con los del castoreño será pronto. El de Mairena del Aljarafe atraviesa un momento en el que ve toro en todas partes y sus triunfos a diario lo constatan. Así que echó la mañana en Morón de la misma forma que venía de triunfar de Las Ventas de Madrid, con disposición y sin importarle que sus novillos dijeran poco. El torero se arrimó como siempre y los exprimió por completo. De pie y de rodillas. Siempre muy dispuesto con capote, banderillas, muleta y espada y así es complicado no convencer. Y cuando ya los novillos sacaban la bandera blanca, él se los dejaba llegar hasta casi perderles el respeto. Al final del festejo no pudo salir a hombros con sus compañeros de terna por tener que abandonar el ruedo tras lidiar al cuarto y tener que emprender viaje hacia La Peza (Granada) donde volvía a torear por la tarde.

Otro que ha echado una temporada en constante progresión ha sido Javier Zulueta. Y de nuevo su actuación fue un compendio de delicadeza y buenas formas. Tiene cualidades innatas, que ha perfeccionado con su aprendizaje diario, que seguro lo van a llevar alto y además se ha creado un ambiente con aficionados que le siguen por casi todas las plazas por las que actúa, lo que le debe de hacer sentirse cómodo. Pero no tiene que perder esa chispa que debe de caracterizar a los novilleros, e intentar romper la corrección en sus formas con el arrojo y el compromiso. Justo lo que hizo cuando su primer novillo le levantó lo pies. Eso y sus maneras exquisitas le harán llegar hasta donde él ambicione.

Y dejamos para el final al novillero Martín Morilla, que mató segundo y quinto, y que toreó francamente bien. Con un concepto muy puro, a veces hasta barroco, pero que planta los pies en el suelo, presenta la muleta por delante y por derecho y los lleva muy cosidos hasta detrás de la cadera. Muy interesantes sus dos trasteos. Y con el capote tampoco lo hace mal, como el quite por chicuelinas que ejecutó en el primer novillo de la tarde. Ojalá pueda torear más de seguido porque el moronero no desperdició la ocasión de reivindicarse y decir que él también puede y debe contar.

FICHA DEL FESTEJO

Jueves 12 de octubre de 2023. Plaza de toros de Morón de la Frontera (Sevilla). “Novillada de la Hispanidad”, sin picadores. Matinal. Más de media entrada. Y calor de verano.

Novillos de Vistalegre (1º y 2º), Macandro (3º, 4º y 5º) y Sorando (6º), desiguales de presentación, que no dieron complicaciones por su comportamiento noble y justo de fuerzas y raza.

MARISCAL RUIZ (berenjena y oro): sartenazo y estocada desprendida (oreja); estocada (oreja con petición de la segunda).
MARTÍN MORILLA (nazareno y oro): estocada trasera y un descabello (oreja); pinchazo hondo, estocada casi entera y un descabello (aviso y oreja).
JAVIER ZULUETA (rosa y oro): buena estocada (dos orejas); media estocada atravesada y perpendicular (dos orejas).

El novillo segundo, se coló al callejón por un burladero, afortunadamente, sin consecuencias.

Al final del festejo salieron en hombros Martín Morilla y Javier Zulueta.
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