Las estelas son monolitos escultóricos utilizados con fines conmemorativos en la Prehistoria Reciente (Neolítico, Edad del Cobre, Edad del Bronce y Edad del Hierro), la Antigüedad y el Medievo. Pueden medir, de forma general, entre medio metro y varios metros de altura (en los casos más monumentales). Suelen estar labradas con formas específicas y presentar motivos grabados o pintados representando bien objetos o escenas, bien textos escritos (estelas epigráficas). Son especialmente comunes en contextos funerarios, como celebración y recuerdo de personas y colectivos.
La península ibérica es una de las regiones de Europa más ricas en estelas prehistóricas, tanto por la cantidad como por la diversidad de piezas conocidas. Desde que se publicase la de Solana de Cabañas (Cáceres) en 1898 por Manuel Roso de Luna, la primera en ser registrada de forma sistemática, se han descubierto más de trescientos de estos monolitos, de los cuales hay colecciones especialmente importantes en los museos arqueológicos de Badajoz y Sevilla y en el Museo Arqueológico Nacional (Madrid). A pesar del importante catálogo existente de estas piezas, y de la belleza y valor científico que tienen, un problema grave y persistente en los casi 130 años transcurridos desde el primer descubrimiento ha sido el de la falta de información sobre su contexto de uso.
La inmensa mayoría de las estelas ibéricas fueron descubiertas de forma casual, en el transcurso de trabajos agrícolas u obras rurales (caminos, desmontes, aterrazamientos, etc.), y no como producto de estudios arqueológicos. Como resultado, durante muchas décadas las teorías existentes sobre su emplazamiento, función y significado social han sido muy deficientes, y han estado pendientes de comprobación o demostración mediante datos de buena calidad.
Últimos hallazgos
En el último año y medio, muchos de estos viejos debates se han visto resueltos de un plumazo gracias a los extraordinarios resultados deparados por las investigaciones llevadas a cabo en el sitio de Las Capellanías, ubicado en el municipio de Cañaveral de León (Huelva). Estos trabajos están siendo desarrollados por un equipo de las universidades de Sevilla, Durham, Southampton y Huelva liderado por Leonardo García Sanjuán, Marta Díaz-Guardamino, David W. Wheatley y Timoteo Rivera Jiménez. En 2018 se descubrió en este sitio, de forma casual (y como resultado de unas obras en un camino) una estela del tipo conocido a menudo como “diademado” o “con tocado”, que presenta un personaje con la cabeza rodeada de un motivo gráfico representando un tocado sobre la cabeza, o un símbolo más abstracto (aureola o semejante), cuyo significado simbólico exacto es imposible conocer, acompañado de una serie de objetos de vestido y cuidado personal, como peines, espejos, broches y cinturones.
A partir del hallazgo de aquella estela, las excavaciones llevadas a cabo en junio de 2022 revelaron una gran necrópolis con monumentos funerarios tumulares, cistas de piedra y hoyos de cremación, por encima de la cual pasa el camino de Las Capellanías en cuyos trabajos se había descubierto la primera estela en 2018. En las excavaciones de 2022, asociada a uno de los túmulos funerarios, se exhumó una segunda estela, en este caso del tipo conocido como “de guerrero”, que se caracteriza por representar un personaje rodeado de una panoplia de armas (escudo, lanza, espada) y elementos propios del ideal de guerrero que circuló por Europa en la Edad del Bronce (c. 2200-850 antes de Cristo), incluyendo carros dos ruedas, caballos, perros (posiblemente de caza), espejos, peines, navajas de afeitar y pizas, broches, pesas, arcos y flechas, etc. La ubicación de esta estela, dentro de la masa tumular de un suntuoso enterramiento monumental, no deja lugar a dudas de la significación funeraria de estos monolitos, a la que se añade su localización en una importante zona de paso (materializada por el camino de Las Capellanías desde época antigua), lo que añade un elemento más a su significación social: su función marcadora dentro de las redes camineras prehistóricas y antiguas.
Durante la campaña de excavaciones en Las Capellanías de septiembre de 2023, actualmente en curso, se ha descubierto una tercera estela, de nuevo del tipo “diademado” o “con tocado”. Esta tercera estela se ha hallado cubriendo una fosa funeraria en la que se han encontrado huesos humanos cremados de cronología aún indeterminada. Este hallazgo ha venido a confirmar la asociación de estas estelas a lugares funerarios.
En efecto, gran parte de la investigación previa de las estelas “diademadas” o “con tocado” ha asumido no solo que los motivos gráficos representados en torno a la cabeza de estos personajes eran un objeto concreto (una “diadema”), sino que, subsecuentemente, se dio por supuesto que por tanto eran “femeninos”. Sin embargo, la tercera estela descubierta en Cañaveral de León parece romper por completo con esta interpretación, pues el personaje en ella mostrado presenta genitales masculinos y está rodeado por una panoplia de armas, al modo en que ocurre en las estelas “de guerrero”. Este nuevo descubrimiento, por tanto, cuestiona anteriores interpretaciones sobre el género de los personajes representados, y corrobora la relación conceptual y semántica entre unos y otros tipos de estela, que probablemente recogen, de forma gráfica, relatos, narraciones e historias relativas a ancestros míticos, héroes y heroínas fundadores/as y personajes legendarios.
Las investigaciones en curso en Las Capellanías están demostrando que muchas de las suposiciones planteadas anteriormente en relación con las estelas prehistóricas ibéricas estaban equivocadas. Estas investigaciones van a marcar un antes y un después en la investigación científica de estas esculturas prehistóricas, ya que ofrecen información empírica de gran valor para la comprensión de aspectos clave en la organización social de las comunidades que habitaron el Suroeste peninsular durante el primer milenio antes de Cristo.
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