Unas 350 personas llenaron la Plaza y sus alrededores, en un acto organizado por la Hermandad del Rosario y Santa Rosalía que contó con la presencia del Alcalde, Romualdo Garrido, así como varios representantes más de la Corporación Municipal, además de representaciones del resto de hermandades y realidades parroquiales.
Para la ocasión, la imagen de Santa Rosalía fue entronizada en un bello altar efímero instalado a las puertas del templo, erigido en 1723, hace ahora 300 años, completándose la decoración de la plaza a base de colgaduras, banderolas y gallardetes en tonos rojos y burdeos.
Junto al Arzobispo, concelebraron los sacerdotes D. Alberto Talavera San Román, párroco de Gines; D. Manuel Talavera San Román, vicario parroquial de la localidad; D. Juan María Cotán González, párroco emérito del municipio; y D. Gumersindo Melo González, presbítero natural de Gines y actualmente director de la Casa Sacerdotal Santa Clara de Sevilla y Delegado Diocesano de Pastoral del Sordo.
La Eucaristía contó con las intervenciones musicales de Amigos de Gines, el Coro Virgen del Rocío de la Hermandad del Rocío de Gines, A mi manera y Voces Peregrinas, que interpretaron diferentes cánticos durante la ceremonia.
Durante su homilía, el Arzobispo felicitó a la parroquia, a la hermandad y a todo el pueblo de Gines en lo que calificó como un “día grande” para la localidad, dando gracias a Dios por estos tres siglos y recordando a todas las personas que han precedido a las generaciones actuales en la devoción a Santa Rosalía. Del mismo modo, señaló que “la Santa es un ejemplo de santidad que nos enseña a vivir con pasión la vocación particular de cada uno”.
Por su parte, el hermano mayor, Agustín Galindo, señaló a la Santa como “faro devocional de Gines”, dando las gracias a Dios y a todas las personas que han ayudado para hacer posible la celebración de esta efeméride.
Ya en el tramo final, desde la Hermandad se dio lectura al nombramiento del Arzobispo como hermano mayor honorario de la corporación rosariera, entregándosele la correspondiente medalla ante el aplauso de todos los presentes.
Con toda la plaza cantando a coro del Himno a Santa Rosalía concluía la ceremonia, con la que Gines celebró los 300 años de uno de los edificios más relevantes y singulares de toda la localidad.
