El lienzo, de cuarenta metros de longitud, volverá a las instalaciones originarias cuando concluya el proceso de conservación
El Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), dependiente de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte, ha comenzado los trabajos de recuperación y conservación del mural que la artista Delhy Tejero (1904-1968) pintó para decorar el vestíbulo de la antigua fábrica de Altadis en Sevilla, cuya actividad cesó en 2007.
Con el depósito en los talleres del Centro de Intervención del IAPH se inician este proceso, que culminará con la musealización in situ de los lienzos, un friso de cuarenta metros de longitud. La primera fase se centrará en la realización de un proyecto para la propuesta de conservación y restauración, que permita el mantenimiento y disfrute de los lienzos vinculado a los usos futuros del espacio rehabilitado.
El IAPH recibe el encargo de redactar el proyecto de conservación de estas pinturas donde, de acuerdo a su metodología, se analizarán desde todas sus perspectivas de estudio. Se trata de obtener el conocimiento necesario que permita emitir la propuesta de intervención adecuada a sus necesidades, donde se contemple la restitución a un nuevo soporte para su musealización. El traslado, estudio y restauración de las pinturas se hace a iniciativa del grupo KKH Property Investors, que promueve el proyecto de reconversión de las antiguas instalaciones de la tabacalera en un complejo empresarial y de servicios.
El encargo de este servicio especializado en materia de intervención del patrimonio cultural entronca con el Informe sobre los valores patrimoniales de la antigua Fábrica de Tabacos de Altadis en Sevilla, realizado también por el IAPH en 2018 para analizar las posibilidades de transformación del conjunto edilicio conjugándolo con la prevalencia de su peso patrimonial en la memoria de la ciudad. En el mismo se señalaba la importancia y recomendación de preservar los murales de Tejero.
Delhy Tejero es la principal figura artística femenina en la ilustración y el muralismo del siglo XX en España. Su carrera se divide en varias etapas y en relación con las vanguardias nacionales y europeas. Como ilustradora dibujante destacó su colaboración en revistas como ‘Estampa’, ‘Crónica’, ‘Blanco y Negro’, ‘Nuevo Mundo’, ‘La Esfera’ o los diarios ‘ABC’ y ‘Ya’. Consiguió en 1931 ser profesora de Pintura Mural en la Academia de Artes y Oficios de Madrid.
Entre su actividad de muralista destaca la ornamentación de numerosos hoteles, cines y edificios de servicios en Madrid. Los realizados para la antigua fábrica de tabacos son representativos de la última etapa, cuando su delicado estado de salud le impedía desplazarse a Sevilla, por lo que eligió la pintura sobre lienzo como formato que permitiera ornamentar una gran superficie, con un total de casi cuarenta metros lineales. Las pinturas, con diversas escenas esquematizadas, representan oficios y paisajes que contextualizan la memoria del trabajo tabaquero, tan arraigado a la ciudad de Sevilla desde hacía siglos.
