El salto se produjo a las 2.55 de la madrugada

Emoción, fe y mucha expectación en la salida procesional de la Virgen del Rocío

A las 2.55 de la madrugada el sentimiento se impuso y los almonteños decidieron saltar la reja más famosa de Andalucía para procesionar por la aldea del Rocío y que la Virgen devolviera, una por una, las visitas a las hermandades filiales que este año han completado el camino de devoción que las conduce hasta sus plantas.

La suspensión del recorrido el pasado año a pocas horas de la salida debido a la rotura del paso, ha añadido un extra de expectación al procesionar de la Blanca Paloma, por lo que el salto se ha producido antes de que el Simpecado de la Hermandad Matriz de Almonte cruzara su puerta tras el rezo del Santo Rosario. Esto ha supuesto la suspensión del paso de las hermandades que aún no habían llegado al templo y una espera de diez minutos para bajar la imagen del presbítero justo cuando la insignia almonteña llegara a la nave central.

Tras veinte minutos en el interior de la ermita a hombros de los almonteños, la Reina de las Marismas ha comenzado su tradicional paseo ante las 127 casas de las hermandades filiales, que la han recibido con entusiasmo, entre vítores, oles y piropos.

La Virgen ha lucido, en esta ocasión, el conocido como “traje de los apóstoles”, restaurado hace sólo dos años por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, y el exorno floral ha consistido en rosas y gerberas preservadas, en colores blancos y amarillos, paniculatas verdes y blancas y gerberas negras en recuerdo a los hermanos fallecidos.

Queda ahora el camino de regreso a casa, un momento agridulce en que el las imágenes de esta mágica noche de Pentecostés servirán de acicate a los romeros que comienzan ya a soñar con el camino del 2024.
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