Bravo el cuarto, de “El Torero

Sigue la racha, dos orejas para Ginés Marín y una para Morante en la corrida del Sábado de la Feria de Abril

Este sábado de farolillos en el que acaba oficialmente la Feria de Abril 2023 se anunciaba en la Maestranza una tarde de siete toros, uno de Passanha para el rejoneador portugués Antonio Ribeiro Telles y seis de “El Torero” para Morante de la Puebla, Cayetano y Ginés Marín.

“La Feria” como la calificó el empresario manchego Ramón Valencia lleva una buena racha difícil de igualar y todos los días están pasando cosas para el recuerdo. Hoy por ejemplo Gines Marín y Morante de la Puebla han vuelto a dejar faenas dignas de detallar.

Llegaba Ginés Marín con la incógnita de descubrir cual sería el momento que atraviesa ya que el año pasado parecía que volvía a retomar la senda de sus triunfos de años anteriores, y de hecho es que aquí en Sevilla la temporada pasada cortó una oreja en cada una de sus dos actuaciones dejando buen sabor de boca. Y eso es lo que ha cortado en su única actuación en el abono de este año, dos orejas pero en un mismo toro.

A “Espárrago”, cuarto toro de “El Torero”, lo cuajó Ginés de principio a fin. Con el capote le hizo un buen quite por verónicas a pies juntos para ir abriendo boca. Y luego, tras brindar al público, comenzó con un toreo por bajo que llegó muy proto al tendido. “Opera Flamenca” ya estaba saliendo de las notas de los músicos para amenizar la gran faena que estaba componiendo a este buen toro, que galopaba en la muleta y que tenía unas vibrantes embestidas. Y de esa misma manera le plantaba cara el jerezano, en los mismos medios, toreándolo al natural con series de muletazos largos y templados. La faena según iba transcurriendo iba cogiendo más y más fuerza, con la virtud de la limpieza de las series y la torería que le imprimía a los remates de la misma, bien por bajo, bien con pases de pecho. Además midió mucho el metraje de la misma y se fue a por la espada en el momento justo para recetar una estocada en todo lo alto de la que tardó un poco en doblar, pero que no fue óbice para que cortara las dos orejas.

Y de nuevo ya se barruntaba otra Puerta del Príncipe, pero esta vez no ha podido ser porque el séptimo tenía buena condición pero muy poca fuerza y ésta circunstancia condicionó todo ya que el torero solo pudo sacar muletazos de uno en uno, y que además no siempre salían limpios y sí enganchados por el cabeceo defensivo del toro. Por lo que no pudo redondear el triunfo, aun así ahí quedó la faena del cuarto.

Y Morante de la Puebla volvía a su Maestranza tras el acontecimiento del pasado miércoles 26 donde cortó un rabo 52 años después del último. Al torero tras el paseíllo lo recibieron con una ovación de gala que correspondió con dos faenas plenas de torería. Parece que Morante está en estado de gracia y lo que en años anteriores se le ponía cuesta arriba, ahora lo resuelve con una ilusión poco habitual en él. Y no hay más que recordar cómo ha estado con su primero, un toro manso de solemnidad, que en los primeros tercios le costaba un mundo embestir y que era más de doblarse y matarlo que de intentar lucirse. Y en esas estuvo el de La Puebla, que tras pasar por la vara de Iturralde le sopló un buen quite toreando por verónicas y revolera. Pero es que luego con la muleta comenzó con ayudados por alto rodilla en tierra, enlazado a un pase de la firma, un adorno por la espalda y uno de pecho que hicieron cambiar de actitud al propio toro que a partir de ahí no es que fuera un dechado de virtudes, pero sí que se dejó más. Morante lo exprimió y dejó bellos muletazos por los dos pitones. Se adornó por alto para cuadrarlo y le recetó una buena estocada. Oreja y vuelta lenta al ruedo devolviendo prendas y recogiendo puros y ramitas de romero.

El cuarto fue otro toro manso, pero éste no rompió en ningún momento como el anterior, sin embargo Morante lo intentó por los dos pitones y en varios terrenos de la plaza para ver si lo desengañaba, y aunque no pudo sacarle faena continuada, sí que le robó algún que otro muletazo lleno de torería, como un molinete abrochando una serie con la derecha. También resaltar el recibo con el capote, primero toreando con las manos altas, para luego dejar verónicas ya de manos más bajas y muy embraguetado.

Cayetano se llevó un lote desigual, el primero noble y repetidor a menos, y el segundo un toro manso y con posible defecto en la vista, o eso hacía entender el torero con sus miradas insistentes al palco. El madrileño con su primero estuvo correcto manejando el capote, tanto en el recibo por verónicas como en el quite a pies juntos. Luego con la muleta compuso un trasteo también fácil, pero de pocas apreturas y exposición a un toro de alegres embestidas al principio y que con el transcurso de la faena terminó como aburriéndose.

Con su otro toro, Cayetano, no se encontró a gusto en ningún momento. El toro desparramaba la vista y aunque el madrileño lo paró al principio para luego ir pasándolo de faena por los dos pitones alargando el brazo e intentando quitarle los defectos, no terminó de conectar con el público.

Y el veterano rejoneador Riebeiro Telles, con 40 años de alternativa, hacía su presentación en Sevilla y actúo como telonero de los toreros de a pie con el primero de la tarde, un toro de Passanha, que se dejó y al que el portugués hizo una lidia entonada, con una cuadra bien domada y clavando sin apreturas pero con seguridad, por lo que no desentonó su inclusión en el cartel. Saludó desde el terció a la ovación.

FICHA DEL FESTEJO

Sábado 29 de abril de 2023. Plaza de toros de la Real Maestranza de Sevilla. 13ª corrida de abono. Lleno casi total y calor con rachas de viento.

Un toro de Passanha (1º) para rejones, noble y colaborador. Y seis toros de “El Torero”, desiguales de presentación y juego, predominando la mansedumbre, salvo en el 4º bravo, en el 3º noble y repetidor a menos y en el 6º noble pero muy flojo.

Antonio Ribeiro Telles (a la Federica): pinchazo trasero y rejón trasero y caído (saludos)
Morante de la Puebla (caña y oro con remates en negro): estoca (oreja); estocada corta caída (saludos).
Cayetano (fucsia y oro): tendida y trasera y un descabello (aviso y silencio); estocada desprendida y un descabello (silencio).
Ginés Marín (coral y oro): estocada (dos orejas); pinchazo y estocada (saludos).

Entre las cuadrillas destacar: Antonio Manuel Punta y Fernando Pérez en el 3º, y Manuel Larios y Fernando Pérez en el 7º, se desmonetraron.

Morante recibió en el tercio una gran ovación de los aficionados de pie como agradecimiento de la gran tarde que dio el pasado miércoles 26 de abril.
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