Veníamos de la borrachera de toreo de la tarde de ayer con un Morante pleno de inspiración y torería y que hizo historia al cortar un rabo 52 años después. Además del recital de toreo con el capote de Juan Ortega y del saber estar de Diego Urdiales…, todo un acontecimiento de extraordinaria repercusión para el aficionado que la tarde de hoy la afrontaba como una vuelta a la normalidad.
Y no es que lo ordinario sea un asunto decepcionante, porque en la tarde de hoy ha habido momentos interesantes, pero sí que hace valorar aun más lo excepcional.
El toledano se ha encontrado con los dos toros más potables del encierro de Jandilla. Los dos han aguantado unos trasteos largos. El tercero se vino arriba en banderillas y Rufo lo vio claro nada más coger la muleta, por lo que brindó al público y se hincó de rodillas para torear con la derecha y rematar con dos pases de pecho, uno por cada pitón, de la misma guisa. La faena a la vez que iba ganando en consistencia iba creciendo en intensidad, con “Insensato” cada vez embistiendo mejor. Hubo un natural circular de 360 grados y ahí es donde la faena alcanzó el punto más alto del lucimiento. Luego siguieron unos naturales muy templados evitando que el toro tocara la muleta con el punteo innato que tenía. Faena exigente que no terminó de convencer a toda la plaza, pero sí al resto que por mayoría solicitó el segundo trofeo y como éste es a criterio del Presidente, pues dos orejas al esportón, precedidas de una estocada. El toro tuvo una muerte lenta y cayó en los medios llegando desde el tercio.
Así que cuando salió el sexto Rufo ya tenía entreabierta la Puerta del Príncipe a expensas de cortar el trofeo que necesitaba, y no se le escapó. Paró a “Levítico”, otro buen toro, por delantales muy toreros que remató con media verónica. El toro a la salida del segundo puyazo se dio un volantín, pero no lo acusó en el tercio de banderillas en el que se lucieron Fernando Sánchez y Andrés Revuelta que se desmonteraron por el 2º y 3º par respectivamente. Luego ya en el último tercio el toro sí que empezó a acusar falta de fuerzas, pero aun así duró lo que necesitaba el torero para armarle otra faena con muchas ganas y muletazos que gustaron a la parroquia sevillana. Buena serie citando muy de frente con el compás abierto. Mató de un estoconazo y le concedieron una oreja que fue el pasaporte para traspasar, por segundo año consecutivo, la Puerta del Príncipe.
Pablo Aguado no tuvo material, pero sí una muy buena actitud de agradar y lo intentó pero sin poder redondear actuación. Paró hasta tres toros, ya que su primero fue devuelto tras pasar por los picadores y evidenciar una invalidez manifiesta. Luego al segundo bis replicó al quite de Tomás Rufo por su mismo palo, por chicuelinas y dos medias aplaudidas. Pero en la muleta se rajó y se defendía y no pudo hacer mucho más.
Con el quinto, más de lo mismo, el toro se agotó muy pronto, y aunque lo intentó dándole las ventajas al principio para ir acortando en los cites al final, no pudo sacar mucho en claro.
Y José Mari Manzanares, como Rufo, terminaba su paso por la Feria de Abril 2023, y a decir verdad no será muy recordado. Le tocaron dos toros que tenían sus cosas positivas para haberlos aprovechado mejor. Pero con su primero bravo y noble no terminó de acoplarse. Y con su segundo, un toro muy justo de fuerzas pero igual de noble y con clase, estuvo buscándole la distancia adecuada para afianzar su falta de fuerzas, pero no fue capaz de encontrarla. Tampoco los cites presentando la muleta oblicua y desplazándolo para afuera fueron motivo para cambiar la dinámica de su actuación. Además se empeñó en matar recibiendo a un toro que estaba para pocas carreras, por lo que tras varios intentos tuvo que cambiar al volapié y ya si pudo finiquitarlo.
FICHA DEL FESTEJO
Jueves 27 de abril de 2023. Plaza de toros de la Real Maestranza de Sevilla. 11ª corrida de abono. Más de tres cuartos de aforo y un calor bochornoso.
Toros de Jandilla, incluido el sobrero segundo, bien presentados y desiguales de juego. 1º bravo y noble, 2º inválido devuelto, 2º bis rajado y defendiéndose, 3º bravo y que se vino arriba, 4º muy noble pero también muy flojo, 5º soso y a menos y 6º noble y con clase, pero también flojo. A todos los picaron muy medidos y sin apretar.
José María Manzanares (azul marino y oro): estocada (saludos con algún pito); cuatro pinchazos y estocada (silencio).
Pablo Aguado (corinto y oro): casi entera (saludos); pinchazo y estocada tendida (silencio).
Tomás Rufo (gris perla y oro): estocada desprendida (dos orejas); estocada (oreja y salida por la Puerta del Príncipe).
Entre los subalternos resaltar con las banderillas a Diego Vicente en el 1º, Juan Sierra en el 5º y Fernando Sánchez y Andrés Revuelta en el 6º, todos se desmonteraron.
