En el fondo, el autor ha hecho uso de una pintura acrílica de color verde grisácea suave, haciendo alusión de manera sutil a la luz tenue de la primavera. Para las letras, se han utilizado óleos de distintos colores. En la tipografía, resalta en relieve e importancia, la Cruz Franciscana TAU, realizada en madera de roble, haciendo referencia a la constante labor que realiza la Orden Franciscana en la Hermandad y en toda la Comunidad Parroquial de Espartinas.
Para darle un poco de colorido no podían faltar las flores que cada año acompañan a las imágenes. Cabe destacar, en este sentido, la presencia de una rosa natural preservada, que brota desde el monte Calvario, justo, donde Jesucristo derrama su sangre por la llaga del costado.
