Pese a la cada vez mayor presencia del colectivo femenino en estas áreas, lo cierto que es las cifras evidencian las barreras a las que aún debe enfrentarse.
Las mujeres suelen recibir becas de investigación más modestas que sus colegas masculinos y, aunque representan el 33,3% de todos los investigadores, sólo el 12% de los miembros de las academias científicas nacionales son mujeres.
En campos de vanguardia como la inteligencia artificial, donde solo uno de cada cinco profesionales (22%) es una mujer. A pesar de la escasez de competencias en la mayoría de los campos tecnológicos que impulsan la Cuarta Revolución Industrial, las mujeres siguen representando sólo el 28% de los licenciados en ingeniería y el 40% de los licenciados en informática y computación. Además, las investigadoras suelen tener carreras más cortas y peor pagadas, su trabajo está poco representado en las revistas de alto nivel y a menudo no se las tiene en cuenta para los ascensos.
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