Vuelta al ruedo al 3º de Virgen María
Oliva Soto, “gitano y de Camas”, corta cuatro orejas en su encerrona de Guillena
El festejo tenía el reto que el propio torero se había autoimpuesto consigo mismo y que en la primera corrida de toros de la provincia de Sevilla iba a concitar el interés de los aficionados por ver como salía parado.
Y no le salió mal al camero. Oliva Soto estuvo toda la tarde con ganas y muy metido en las lidias. Cierto es que el final con el cuarto toro no fue el esperado, pero aun así en los otros tres dio la talla y atisbó que está en sazón y preparado para la temporada que acaba de empezar.
Dos orejas paseó del primero de la tarde, un toro soso pero noble de la ganadería de Albarreal, que le facilitó que el lógico arranque del festejo fuera el deseado al ir calentando la tarde de forma paulatina y sin sobresaltos. Con el capote destacar el quite por delantales y la media. Y tras brindar al público comenzó con demasiado sometimiento que el toro acusó, para ir templándose con un toreo ya más a media altura por ambas manos. Un trincherazo de remate a una serie con la izquierda tuvo mucha cadencia. Terminó con ayudados por bajo y un pase del desprecio que calaron en el tendido, previo a la buena estocada que recetó.
El segundo de Pallarés hizo honor a su encaste Buendía y puso en valor todo lo que se hizo frente a él. Oliva Soto lo entendió de principio a fin. Ya con el capote le recetó un buen ramillete de verónicas rematadas con dos medias y donde el toro iba y venía pero sin ninguna entrega. Tras el puyazo el toro seguía a su aire haciendo hilo en las salidas del tercio de banderillas. Pero ya con la muleta y cuando el matador se quedó a solas con él, el toro fue a más y rompió a embestir en una faena muy firme, con toques y cites precisos para fijar las embestidas sin violencias. De nuevo la espada fue certera y le concedieron otras dos orejas.
Antes de la salida del tercero hubo un parón en el discurrir del festejo ya que el torero desapareció del ruedo y del callejón, hasta que transcurridos unos quince minutos volvió a hacerse presente pero esta vez con otro terno, dejó el blanco y plata para ponerse un burdeos y azabache con las medias blancas. Cosas de los artistas…
Y salió el tercero, un toro de Virgen María que remató de salida en todos los burladeros de la coqueta plaza y que luego resultó muy noble y con calidad aunque justo de fuerzas. Con él el gitano de Camas tuvo un recibo de capote muy extenso, yendo de una punta a la otra de la plaza saludándolo a la verónica y rematando con media muy torera. Tras tomar un puyazo, el protagonismo lo adquirió el sobresaliente Califa de Aragua, matador de toros de Venezuela afincado desde hace bastantes años en España y que le colocó dos pares de banderillas muy aplaudidos.
Y fue en este toro donde se vivieron los momentos de más inspiración de la tarde. Para ello sus fieles le dedicaron varios pasajes de cante hondo mientras regalaba dos quites por verónicas muy sentidas. Pero es que además el comienzo sentado en una silla hizo que siguiera la fiesta torera y gitana, con cante incluido, en la que también se unió la banda de música con la marcha de palio “Caridad de Guadalquivir”, por lo que todo quedaba un poco ecléctico, pero que hizo las delicias de los presentes mientras el torero se relajaba cada vez más en su trasteo. Lástima que la espada no viajara tan certera como en sus dos anteriores y todo terminara en palmas para Oliva y vuelta al ruedo para el enclasado toro.
Y el de Salvador Gavira García no quiso contribuir a poner la guinda al pastel de la encerrona. El colorado resulto complicado por sus viajes cortos y falta de fuerzas que le hacían echar la cabeza arriba constantemente. El camero lo intentó pero no pudo sacar más que algún medio pase.
Aun así a Oliva Soto se le vio resolutivo y preparado para empresas mayores, como casi seguro será su próximo compromiso en la cercana Feria de Abril de Sevilla.
FICHA DEL FESTEJO
Sábado 4 de febrero de 2023. Plaza de toros de Guillena. Casi lleno y buena temperatura. Plaza muy cuidada aunque el ruedo con exceso de arena.
Cuatro toros de diversas ganaderías. 1º de Albarreal, 2º de Pallarés, 3º de Virgen María y 4º de Salvador Gavira García. Cómodos de pitones, desiguales de hechuras y que se dejaron, menos el 4º el más deslucido. Al 3º le dieron la vuelta al ruedo.
Oliva Soto (de blanco y plata durante los dos primeros, y en los otros dos de burdeos y azabache) como único espada: buena estocada (dos orejas); estocada (dos orejas); tres pinchazos y estocada caída (palmas); y dos pinchazos y estocada (silencio).
Al final del festejo salió en hombros.
