Se trata de una iniciativa en la que se viene trabajando desde la Delegación de Educación con la Policía Local y la Dirección General de Tráfico (DGT) para evitar la masificación de vehículos a las puertas de los colegios y garantizar que los pequeños puedan desplazarse a pie desde sus viviendas con todas las garantías de seguridad para su integridad física.
El objetivo es que familias voluntarias vayan acompañando a los menores a lo largo de una senda señalizada a la que se puedan ir sumando estudiantes. Grandes lápices acotarán el trayecto que a su paso por los cruces deberá contar con pasos de peatones completamente despejados, de gran visualización y sin mobiliario urbano cercano.
Además se trabajará para que los establecimientos cercanos cuenten con una pegatina que indique que un niño puede acercarse si se siente atemorizado o se ve en peligro, para lo que cada centro decidirá si el distintivo se escoge por concurso de dibujos o alguna otra vía.