Muestreo en el lienzo
Las murallas históricas de Aznalcázar serán sometidas a trabajos de investigación
La Junta de Andalucía realizará trabajos de investigación en las murallas de Aznalcázar y Écija, y en los castillos de Utrera y Lebrija
De momento, queda sin informar favorablemente la rehabilitación propuesta para el Pabellón Real de la Plaza de América
La Comisión Provincial de Patrimonio, en la sesión celebrada este viernes bajo la presidencia de la delegada territorial de Turismo, Cultura y Deporte, Minerva Salas, ha dado cuenta de un total de 13 expedientes de interés para la conservación del patrimonio cultural y artístico, de los cuales 6 corresponden a Sevilla y 7 a la provincia, en Aznalcázar, Écija, Lebrija, Marchena, Peñaflor y dos en Utrera.
En la sesión de este viernes cabe destacar diversos informes favorables correspondientes a otros tantos proyectos de intervención propuestos por la Consejería de Infraestructura, Fomento y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía en diferentes espacios históricos de la provincia de Sevilla.
Así, la Comisión de Patrimonio ha informado favorablemente diversas intervenciones en las murallas históricas de Aznalcázar, Écija y en las del Castillo de Utrera, concretamente han visto su visto bueno los proyectos de actividad arqueológica puntual de estudio paramental: extracción de muestras de tapia para la caracterización y diagnosis de las mencionadas murallas. Se trata de unos trabajos financiados con fondos de la Consejería de Infraestructura, Fomento y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, dentro del proyecto de investigación “Diagnóstico y Catalogación del Patrimonio Arquitectónico Andaluz”.
La Comisión de Patrimonio considera que desde el punto de vista técnico, los objetivos y planteamientos metodológicos propuestos en este proyecto son adecuados y conformes a los fines que justifican la intervención, cumpliendo así mismo las exigencias establecidas en cuanto a metodología y contenido en el Reglamento de Actividades Arqueológicas, aprobado por Decreto 168/2003, de 17 de junio.
Actividad arqueológica
Por otro lado, en Lebrija, igualmente Patrimonio ha informado favorablemente un proyecto de actividad arqueológica por parte de la Consejería de Infraestructura, Fomento y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía en el Castillo de Lebrija, Bien de Interés Cultural propiedad del Ayuntamiento de la localidad. Y todo ello como una actividad preventiva al previsto proyecto básico y de ejecución que ultima la consejería para la regeneración del espacio público urbano denominado “Entre murallas: recuperación del espacio público de la explanada oriental del cerro del Castillo de Lebrija”. Considera la Comisión que desde el punto de vista técnico los objetivos y planteamientos metodológicos propuestos en este proyecto son adecuados y conformes a los fines que justifican la intervención, cumpliendo así mismo las exigencias establecidas en cuanto a metodología y contenido en el Reglamento de Actividades Arqueológicas.
Destaca por último el proyecto presentado para intervenir en el Pabellón Real de la Plaza de América de la capital sevillana. Ubicado en el Parque de María Luisa y declarado Bien de Interés Cultural, el edificio diseñado por Aníbal González para la Exposición Iberoamericana de 1929 fue transformado en 1968 y, lo que fue un edificio de espacios limpios y ámplios volúmenes interiores, se convierte entonces en un edificio de oficinas albergando diferentes delegaciones municipales siendo la última la de Empleo que lo abandona definitivamente en 2020.
Pero el proyecto de rehabilitación presentado (“Adecuación a uso expositivo y de estudios arquitectónicos Aníbal González”) no ha sido favorablemente informado por la Comisión de Patrimonio toda vez que propone la expansión del edificio en su sótano hacia el exterior, dando lugar a nuevos elementos en su exterior que modificarán la percepción del edificio y de su entorno, modificando incluso la delimitación de la plataforma en la que se ubica el pabellón. La Comisión considera, además, que el documento presentado no define la formalización de las pasarelas que cruzarían la sala central, ni los elementos que aparecerán en las cubiertas y que permitirán la función de mirador que se propone. Igualmente, las intervenciones en el entorno del edificio, como las rampas de acceso o actuaciones en estanques o acerados perimetrales, quedan tan solo anotadas, pendientes también de una mayor concreción y definición.
Por todo lo anterior se concluye que se debería reconsiderar la aparición del nuevo sótano limitando la intervención al edificio ya existente. Y, en cuanto al resto del proyecto, se queda a la espera de una mayor definición de las soluciones sobre el edificio. Del mismo modo la propuesta museográfica, si bien se considera correcta, queda pendiente de la definición final del proyecto del edificio.
