Recibidos con los brazos abiertos
La Hermandad del Rocío de Gines recibe el cariño de su pueblo a su regreso a la localidad
Este último tramo del camino de vuelta se iniciaba tras el sesteo en la Vereda de Bormujos, municipio que era cruzado por los rocieros de Gines hasta llegar de regreso a la localidad, donde la comitiva recibía la cariñosa bienvenida de su pueblo.
Para la ocasión, la carreta del Simpecado lucía especialmente engalanada en tonos blancos, lo que contrastaba con el exorno de detalles en amarillo y verde de las calles y puntos emblemáticos del trazado de vuelta por la localidad.
Como es tradicional, no faltaron los toques de tamboril ni los cantes por sevillanas, siendo agasajado el Simpecado por diversas entregas florales, entre ellas, la del Ayuntamiento.
A su llegada al Paseo Juan de Dios Soto se vivía uno de los momentos más emotivos, con la tradicional despedida a las carretas y el agradecimiento desde la Hermandad a sus respectivos carreteros, instantes que se producían entre el aplauso de todos los presentes.
A continuación y también en el paseo, el Coro de la Hermandad del Rocío cantó varias sevillanas, tras lo que la comitiva avanzaba haciendo las respectivas presentaciones ante el resto de hermandades locales.
Acompañada de numerosos vecinos y vecinas, y en un marcado ambiente de recogimiento, pasadas las 23:30 horas, tras el rezo de una oración y rodeado por la luz de las bengalas, el Simpecado entraba de nuevo en la Parroquia Nuestra Señora de Belén, culminando así este esperado camino, el número 93 de la Hermandad del Rocío de Gines.
