Manuel Escribano afrontaba la corrida que cerraba el ciclo abrileño, como la apuesta más importante de todas las corridas celebradas hasta la fecha en esta temporada sevillana. Y es que lidiar seis toros como único espada, y que éstos además sean de Miura, no está al alcance, ni en la cabeza, de cualquiera.

El de Gerena, en ningún momento tiró la moneda al aire en su particular apuesta, siempre estuvo solvente y capaz para que el gesto se convirtiera en gesta triunfal, pero cuando el ganado no es propicio, es imposible.



Los seis de Miura, no fueron, para nada, los toros fieros que descolocan al más pintado, ni tampoco la tonta del bote para andar por allí de cualquier manera; pero les faltó ese punto de dificultad que les hace diferentes del resto de ganaderías y que tienen en vilo durante sus lidias. En definitiva fueron toros a los que les faltó casta y poder para aguantar todos los tercios, sobre todo las faenas de muleta a las que llegaban con medias embestidas. Menos el quinto, que tuvo unas arrancadas francas, siempre aprovechadas por el torero que lo citaba dándole sitio y dejándolo venirse por su propia inercia, aprovechándolo de principio a fin.

Escribano paró siempre a sus toros de salida, yéndose hasta en tres ocasiones a la puerta de toriles para recibirlos a portagayola, los banderilleó a los seis, casi siempre con acierto y arriesgando tanto en solitario como compartiendo los palos con José Chacón y Fernando Sánchez. Pisó terrenos comprometidos con la muleta y los mató de forma eficaz con los aceros, pero cuando delante no tienes materia prima, no se puede pasar de correcto y cumplidor.



Aun así con “Remontista” sí pudo gustarse, y agradar al respetable, con ambas manos. Y si no llega a ser porque la espada cayó ligeramente desprendida le hubiera cortado las dos orejas, como así se constató en la mayoritaria petición.

En los demás nunca pudo redondear los trasteos, pero sí dejó muestras en todo momento de que está preparado para seguir demostrando que es uno de los toreros más honestos del escalafón. Por ello, la gran ovación que le propinaron los aficionados cuando abandonaba la plaza.



Ficha del festejo

Domingo 8 de mayo de 2022. Plaza de toros de la Real Maestranza de Sevilla. Decimocuarta corrida de abono. Tres cuartos de aforo y calor en los tendidos.

Seis toros de Miura. Desiguales de presentación, astifinos y faltos de fuerza y casta. Salvo el quinto, el mejor, noble y con más recorrido. Todos recibieron dos puyazos.

Manuel Escribano (de blanco y oro con bordados de claveles rojos): estocada trasera (saludos), estocada trasera caída (palmas), estocada trasera desprendida (silencio), tres pinchazos y estocada trasera caída (aviso y silencio), estocada desprendida (oreja con fuerte petición de la segunda y bronca al presidente por no concederla) y pinchazo hondo trasero y dos descabellos (aviso y saludos).

Sobresalientes: Antonio Fernández Pineda (verde manzana y oro) y Jeremy Banti (verde botella y azabache).

Entre las cuadrillas destacaron picando Manuel Jesús Ruiz “Espartaco” y Manuel Quinta. En la brega Curro Robles y Juan Sierra. Y con los palos, compartiendo tercio con su matador, José Chacón y Fernando Sánchez.

Morante de la Puebla y el futbolista Joaquín recibieron el brindis del cuarto y sexto.
El sitio web aljarafeymas.con utiliza cookies propias y de terceros para poderte ofrecer una mejor experiencia de navegación.
Descubre cómo funcionan las cookies y cómo cambiar la configuración.
Aceptar ó Cancelar