Durante la pasada crisis, en la totalidad de las reuniones técnicas celebradas en el 2020 “se puso de manifiesto como nota importante por parte de los científicos que esta problemática se ampliaría en 2021 y en los años sucesivos a toda la región andaluza e, incluso, mediterránea”. Por lo tanto, estos Ayuntamientos vienen reclamando que el problema epidemiológico y de salud pública se afronte desde un punto de vista supramunicipal y, más en concreto, autonómico. “Este plan es inasumible para las más de 35.000 hectáreas de arroz de los municipios mencionados”, declara Manuel Bejarano.
Igualmente, el Consistorio colabora con la Estación Biológica de Doñana (dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación) facilitando emplazamientos municipales para el trampeo y seguimiento de presencia de mosquitos en el núcleo urbano. Además, se están realizando campañas de concienciación y labor divulgativa hacia la población para intentar evitar, en la medida de lo posible, la presencia de hábitat larvario o sitios de puesta.
Los tres ayuntamientos se encontraban a la espera de una coordinación de la Junta de Andalucía con Diputación de Sevilla y los municipios afectados para la puesta en marcha de un plan de actuación cuya publicación “ha llegado sin notificación previa y sin tener en cuenta las reclamaciones municipales realizadas desde el pasado año”.