Momentos previos a la salida procesional de la Patrona de la Villa se realizaron los correspondientes tests de antígenos, resultando todos ellos negativos. Después, se abrieron las puertas de la Iglesia Parroquial Concepcionista y volvió a pisar el suelo de Castilleja de la Cuesta “poniendo la nota de elegancia, la de la Calle Real”. En este momento y durante todo el recorrido se pudieron escuchar varios “¡Viva la Patrona Coronada!, ¡Viva la Inmaculada Concepción Coronada!”. También los rezos cantados del Coro Calle Real han estado presentes durante toda la procesión de la Inmaculada Concepción.
La Solemne Procesión de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción Coronada estuvo presidida por el párroco José María Losada, el hermano mayor de la Hermandad de la Inmaculada Concepción, Esteban Rosales, la alcaldesa Carmen Herrera y otros miembros de la Corporación Municipal.
El acompañamiento musical corrió a cargo de la Banda de Música de la Cruz Roja de Sevilla.
Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María
España fue gran defensora de este dogma, rindiendo culto a esta devoción desde el siglo XI, siéndole otorgado el milagro de la batalla de Empel. Tal fue la defensa del dogma de la Inmaculada Concepción que hizo España, que la Santa Sede otorgó el privilegio de vestir casulla azul a los sacerdotes españoles en esta celebración.
La ciudad de Sevilla desde 1369 celebra esta festividad mariana, sin quedar a la zaga en la defensa del privilegio concepcionista. El fervor de la ciudad por “la pura y limpia” crece incesantemente a partir del Renacimiento. En su honor se erigen cofradías, se celebran fiestas religiosas y salen a la luz numerosas publicaciones. En 1615, Sevilla juró la defensa de la Concepción de María, Toda Pura, hasta el último trance de nuestras vidas; ratificándose por la Santa Sede en 1617.
Cabe decir, que la Iglesia Católica debe el color azul de las fiestas de la Inmaculada Concepción a los seises de la Santa Iglesia Catedral de Sevilla, por ser el color que empleaban en sus trajes para esta festividad.
Recuerdan especialmente “a nuestra querida Hermandad del Silencio, primera en incorporar la defensa de este Dogma a sus reglas; y a nuestra querida Hermandad Sacramental de la Inmaculada Concepción de la localidad de Castilleja de la Cuesta, que siempre nos reciben en nuestro peregrinar hasta las plantas de nuestra Bendita Madre”.
“Recemos a nuestra Bendita Madre para que nos proteja en nuestras vidas y sigamos su ejemplo imitándola en su pureza de corazón y en su alejamiento del pecado”, indica la Hermandad del Rocío de la Macarena.
