El Guirijondo, que ha reunido en el municipio a destacadas figuras nacionales e internacionales del flamenco, arrancó su segunda jornada con dos interesantes conferencias: Manuel Bohórquez, director artístico del festival, profundizó en la histórica Primera Antología del Cante Flamenco publicada en Francia en 1954, y José Miguel Hernández Jaramillo analizó los vínculos históricos entre Francia y el flamenco en su ponencia Entre el Sena y el Guadalquivir.
Durante esa misma jornada se reconoció la trayectoria de Luis Guillermo Cortés, presidente de la Escuela de Flamenco de Andalucía, con una mención especial entregada por el alcalde Manuel Benjumea. La noche culminó con el recital Mi tierra, a cargo de Mari Peña y el guitarrista francés Antonio Moya.
En la tercera jornada, el encuentro entre el productor francés Patrick Bellito y Bohórquez sirvió de antesala a la representación teatral El payo, el guiri y el gitano, protagonizada por Tino Van der Sman, Alejandro Villaescusa y El Oruco, que llenaron de compás y humor el escenario. El broche lo puso el espectáculo Soñando el cante, con Cristo Cortés y Antonio Moya.
El gran cierre tuvo lugar en los Baños Árabes con Ruta del Fandango, un espectáculo dirigido por Arcángel en el que más de 70 variantes de este palo flamenco resonaron entre muros históricos. Sandra Carrasco, Macarena López y otros artistas acompañaron al onubense en una noche mágica, que puso fin al Guirijondo dejando huella en el corazón del público.
En paralelo, la gastronomía tomó protagonismo con la inauguración oficial de la II Ruta de la Tapa Mozárabe, en la que el alcalde y el concejal Alfonso Pérez visitaron los establecimientos participantes para degustar creaciones inspiradas en la cocina andalusí. Los visitantes pueden recorrer la ruta hasta el 1 de junio, disfrutar de tapas únicas, participar en el pasaporte gastronómico y optar a premios.
Entre las actividades complementarias, destacaron el espectáculo flamenco ofrecido por la academia local Pasoa2, la música andalusí en directo, talleres y cuentacuentos infantiles y el Tren Turístico que conecta los puntos clave del municipio y los bares participantes, facilitando la participación de vecinos y visitantes.
Palomares del Río se consolida así como referente cultural y gastronómico de la comarca, uniendo arte, historia y sabor en una propuesta de ocio integradora y llena de identidad.
