Por Francisco José Pavón
La Virgen de la Estrella de Valencina inspiró a López Farfán para titular “La Estrella Sublime”
Durante toda la Cuaresma se ha comentado mucho sobre la marcha, que cumple cien años desde su estreno, y sobre el autor. Queda claro que la composición está dedicada a la Virgen titular de Hermandad de la Hiniesta de Sevilla, por el encargo de un hermano de esta corporación, Francisco Camero, al maestro Farfán. En esto no hay ninguna duda y queda recogido en la dedicatoria escrita en la partitura original: “A la Real e Ilustre Hermandad Sacramental, Triunfo de la Santa Cruz, Santo Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora de la Hiniesta. La Estrella Sublime, Marcha Fúnebre compuesta e instrumentada por el Músico Mayor del Ejército, Manuel López Farfán”.
Pero siempre ha surgido una duda, razonable, sobre el nombre de la marcha. ¿Por qué, si está dedicada a la Virgen de la Hiniesta, se titula “La Estrella sublime”? ¿No hubiera sido más lógico “Virgen de la Hiniesta” o “Hiniesta Sublime”, por ejemplo? Podría haber muchas explicaciones, muchos motivos… Hemos leído y escuchado varios durante estos últimos meses, que podrían ser válidos, pero ya no le podemos preguntar directamente al autor el por qué tituló así la composición.
Con tal título, y con tal éxito, la marcha se le ha tocado, a lo largo del siglo de existencia, a multitud de imágenes, y por su puesto a todas las advocaciones de la Virgen de la Estrella, incluyendo a la de Triana, que también la tomó como “suya”, al igual que cualquier hermandad que tuviera a la Estrella como titular, o cualquier pueblo que la tenga de Patrona.
Pero…. Vayamos al motivo de este artículo.
El maestro Farfán, en sus últimos años de profesión, ya destinado en Sevilla, fue director de la Banda de Música del Regimiento de Soria 9, tras una prolífica vida militar y musical, en diferentes destinos y vicisitudes. Como hace unos días comentaba el director de la Banda Municipal de Sevilla, Francisco Javier Gutiérrez Juan, Farfán (que residió y falleció en San Juan Aznalfarache), se movía mucho por los pueblos del Aljarafe, donde tenía muchas amistades. Una de ellas fue Antonio Macías, vecino de Valencina (entonces del Alcor) y miembro de la comisión que organizaba en los años 20 del pasado siglo las primeras romerías de Torrijos, en la que tocaba la Banda del Regimiento Soria 9.

En el libro titulado “De los Carros de Torrijos a la romería actual”, escrito y publicado en 1993 por D. Evaristo Ortega Santos, Cronista Oficial de la Villa de Valencina de la Concepción, el autor recoge declaraciones de vecinos mayores en edad, que vivieron los inicios de la Romería de Torrijos, y en las páginas 29 y 30 aparece el siguiente texto, en el que uno de esos mayores, el Sr. Rodríguez (Fernando Rodríguez Rodríguez), le relata lo siguiente:
“Antonio, estoy terminando de componer una nueva marcha”.
“¿Y cómo se llamará, maestro?” le replicó.
En ese momento, alzó sus ojos hacia la Virgen, él iba detrás de la carreta, y le dijo:
“¿Cómo quieres, Antonio de mi alma, que se llame? ¡Estrella Sublime!”
Un año después, el maestro López Farfán estrenaría esa marcha el domingo de Torrijos en nuestro pueblo.
Así pues, este testimonio, como mínimo, puede ser el mejor razonamiento al porqué del título de la marcha “La Estrella Sublime”, entre otras cosas porque no contradice nada de lo que ya se ha dicho, pero sí lo complementa con lógica. Entre otras cosas, es evidente que Fernando Rodríguez Rodríguez, un señor mayor ya en 1993, cuando trasmitía este testimonio a Evaristo Ortega Santos, no tenía ningún tipo de “interés” en “inventar” nada, sino con toda la inocencia contaba aquello que Antonio Macías había relatado tantas veces en el Casino de Valencina, es decir, aquella anécdota de cómo el maestro Farfán, que estaba componiendo una nueva marcha, con una mirada a la Virgen de la Estrella, en la Romería de Torrijos, se inspiró para poner el título a la nueva composición.
Con todo lo que se sabe, si sumamos este testimonio, el relato sería el siguiente: a López Farfán le encargan una marcha para la Hermandad de la Hiniesta; en la Romería de Torrijos de 1924, Farfán se lo comenta a Antonio Macías, éste le pregunta por el título, y es cuando Farfán mira a la Virgen de la Estrella y se inspira para titularla “La Estrella Sublime”. Posteriormente, en febrero de 1925 presenta la partitura a la Hermandad de la Hiniesta, y es estrenada en Sevilla el 5 de abril de ese año, Domingo de Ramos. Lógicamente, en octubre siguiente, durante la Romería de Torrijos de 1925, la Banda del Regimiento Soria, dirigida por el maestro Farfán, tocaría la marcha a la Virgen de la Estrella de Valencina, “La Estrella Sublime”.
Francisco José Pavón
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