Los cultos comienzan el 4 de agosto, a las seis de la tarde, con el primer besamanos a la patrona, que se extenderá hasta las diez de la noche. Este se repetirá al día siguiente de nueve de la mañana a dos de la tarde.
Del 6 al 14 de agosto se celebrará la tradicional novena, a las ocho de la tarde, predicada este año por el canónigo Antonio Bueno. Por la mañana, también a las ocho, tendrá lugar el rezo de la novena a cargo del canónigo Marcelino Manzano.
Durante los nueve días que dura esta práctica piadosa destacan varios momentos significativos. Por un lado, el 12 de agosto, el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, presidirá la ceremonia de imposición de medallas a los nuevos hermanos de la Asociación de fieles de la Virgen de los Reyes y San Fernando.
Un día más tarde, será la habitual colecta extraordinaria previa al día de la Virgen. Como en años anteriores, la recaudación irá destinada a Regina Mundi, una institución benéfica del Sagrado Corazón de Jesús cuyo carisma es vivir de la Divina Providencia, sin pedir, ni tener cuotas, ni subvenciones. Las religiosas que forman parte de esta casa, sita en San Juan de Aznalfarache, acogen y cuidan como una familia a decenas de enfermos o desamparados sin recursos y sin redes de apoyo.
15 de agosto, el pueblo se encuentra con su Madre
Comienza entonces la procesión por las gradas de la Seo, saliendo la imagen fernandina de la Virgen de los Reyes por la Puerta de Palos a las ocho de la mañana. Este año portará el manto rojo, una pieza bordada en oro sobre terciopelo granate donada por la duquesa de Montpesier, la infanta María Luis Fernanda de Borbón. De estilo neobarroco, realizado en el siglo XIX, posee una guardilla y contiene flores.
Al término de la procesión, el arzobispo hispalense presidirá la misa estacional en el Altar del Jubileo. De ahí, la imagen de la Virgen será trasladada a la Capilla Real, donde se celebrará la octava hasta el 22 de agosto. En esta ocasión, será predicada por el capellán real Antonio Rodríguez Babío.
La Virgen del rey santo
Los días 20 y 21 de agosto se repetirá el besamanos a la Virgen de los Reyes. El primer día en horario vespertino, de seis a diez de la noche; y el miércoles 21 de nueve a dos.
Finalmente, el 22 de agosto se abrirá la urna de san Fernando en la capilla real, para que los fieles puedan venerarlo desde las ocho y media de la mañana hasta las doce y media de la tarde.
Dice la leyenda que la Virgen de los Reyes se apareció en sueños al rey santo antes de conquistar la ciudad de Sevilla y que su talla fue esculpida por ángeles. Tras este acontecimiento, San Fernando dejó escrito en su testamento que deseaba estar sepultado a los pies de la Virgen de los Reyes, donde permanece tras su muerte el 30 de mayo de 1252. Sus restos incorruptos reposan en una urna de plata que está considerada la obra más relevante de la orfebrería barroca sevillana, labrada por Laureano de Pina.
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