El Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH), dependiente de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte, ha presentado a la Hermandad del Rocío de Espartinas (Sevilla) los trabajos realizados en la fase inicial del proceso de intervención en la carreta portadora del simpecado, obra del orfebre Fernando Marmolejo de 1956. A esta primera reunión de la comisión de seguimiento de la restauración han asistido la delegada territorial de Turismo, Cultura y Deporte, Carmen Ortiz Laynez, el director general del IAPH, Juan José Primo Jurado, la alcadesa de Espartinas, Cristina Los Arcos Llaneza, y el presidente de la Hermandad, Francisco García Terol.
El equipo técnico ha informado de las labores llevadas a cabo desde finales de mayo, cuando se depositó la carreta en los talleres del Monasterio de la Cartuja. Principalmente, se han destacado los avances en documentación gráfica y fotográfica, limpieza del interior del cajón, desmontaje de elementos constitutivos para su tratamiento, corrección puntual de deformaciones, ubicación y unión de algunos fragmentos de la decoración.
La intervención prevista, que concluirá este año, aborda mejoras tanto en el cajón como en el revestimiento metálico. A través de las actuaciones planteadas se pretende devolver la estabilidad para evitar pérdidas de elementos, favorecer su conservación y mejorar su aspecto estético.
La carreta del Rocío de Espartinas fue ejecutada bajo el mecenazgo de los marqueses del Saltillo y gran parte de su singularidad reside en el original diseño, ya que está concebida a modo de dosel. Además, cuenta con un interesante programa iconográfico de carácter mariano en el que se narra el hallazgo de la Virgen del Rocío. A su valor funcional, como portadora del simpecado, se suman interesantes valores culturales de carácter histórico-artístico, iconográfico e identitario.
Hay que recordar que el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico finalizó en enero la restauración del simpecado de la Hermandad del Rocío de Espartinas, realizado en el taller de Esperanza Elena Caro. Entre 2013 y 2014, en una intervención anterior, el IAPH recuperó la morfología original de esta insignia, gracias al trabajo con plantillas a tamaño natural de la primera decoración de 1956.
