Una oreja cortó José Garrido

Santiago Domecq lidia una gran corrida de toros en la que David de Miranda le corta las dos orejas a “Tabarro”

“Saleroso”, “Diestro”, “Listillo”, “Coronado”, “Tabarro” y “Dormidito”, así se llamaban los seis toros de la ganadería de Santiago Domecq lidiados en la tercera del abono de esta temporada sevillana. Lo normal en una crónica es, casi siempre, darles el protagonismo a los toreros, y como mucho a algún toro que haya propiciado el triunfo de ellos en cada función. Pero cuando sale una corrida tan completa, como la que echó este martes el ganadero jerezano, hay que rendirle pleitesía y hacer justicia desde los titulares hasta el final de la narración.

El encierro llegado de “Garcisobaco” ha puesto en su sitio a los ganaderos que buscan la bravura sin genio y las hechuras del toro en tipo. Esas características son las que sacaron los seis toros lidiados en el coso del Baratillo. Que son las mismas que buscaban las figuras del toreo de hace unas décadas para atrás y que hacían que se acartelaran con ellos en los carteles de postín. Sin embargo, el toreo ya no es lo que era, y ahora cuando corridas como la de hoy, de Santiago Domecq, entran en una feria de la importancia de la de Sevilla, se lidian en las combinaciones de menos fuste, a priori, para los aficionados. Y es una contradicción, porque en sus embestidas traían tres contundentes Puertas del Príncipe, que al final se han quedado en una salida en hombros de David de Miranda, por la Puerta Principal, que tampoco es mal premio, y al que se le escapó la del Príncipe por el mal manejo del descabello en el primero de su lote

Y precisamente David de Miranda es el que ha rayado a mayor altura, sobre todo con el quinto, “Tabarro”, un gran toro, al que se le pidió el indulto con mucha fuerza y al que le tenían que haber premiado con la vuelta al ruedo en compensación a la entrega que tuvo en el último tercio, que no en los de varas y banderillas donde pasó con más discreción. Pero en la muleta fue un toro a más y a más. Y si el torero le obligaba por abajo, él repetía entregado, con una encastada nobleza que le hacía perseguir los engaños sin ningún tipo de mesura. Tanto que al final de la faena hizo amagos de rajarse, por tanto embestir por derecho. De Miranda hizo una gran faena, alternando los dos pitones y dejando pasajes de toreo con mucha verdad. Sobresalió una serie al natural de una categoría rotunda. Pinchó en una primera entrada, para dejar a la segunda una gran estocada de la que salió rebotado, de tanto que se atracó de toro para que no se le escapara el gran triunfo conseguido. Al toro lo arrastraron entre una gran ovación con petición de la vuelta al ruedo, que no fue atendida por el Palco, mientras que el torero paseaba las dos orejas con toda la plaza entregada.

Pero el torero de Huelva, dejó más cosas destacables sobre el albero sevillano, como el quite por gaoneras en el primer toro de José Garrido, muy quietas y pasándoselo muy cerca. Como cerca también se pasó a su primero, en otro quite, esta vez por tafalleras, y replicando a otro por chicuelinas de Leo Valadez. Este primero del lote, también fue bravo, sobre todo en la muleta. Y De Miranda le plantó cara en su estilo de torero honrado y comprometido. Su comienzo con doblones rodilla en tierra tuvieron mucha emoción. Y siguió por esa línea cuando de mitad de faena para adelante acortó las distancias y ligó muletazos en el mismo terreno y enrocándose el toro a su cintura. Perdió el trofeo por el descabello.

José Garrido también tocó pelo. Cortó una oreja al primero de la tarde, el toro de más calidad del encierro. “Saleroso” tuvo una nobleza y una clase excepcionales. El extremeño no escatimó esfuerzos, y desde el saludo a portagayola hasta que lo mató de una buena estocada, siempre estuvo dando la cara. Pero faltó algo. Tal vez el haberlo lidiado en los medios y dándole más sitio. Una serie con la izquierda tuvo la distancia que el toro requería y surgieron los pases más logrados. Terminó la faena con giraldillas rematadas con un buen cambio de mano y uno de pecho.

El cuarto, también, fue otro toro muy bien hecho y que tuvo un comportamiento de bravo en el caballo, acudiendo con alegría a las dos varas, la segunda trasera, que le propinó Aitor Sánchez. Y al que lo toreo bien, en sendos quites, su matador, por chicuelinas y delantales. El toro llegó a la muleta algo justo de fuerzas, e incluso con la boca abierta, pero su casta le hizo de también venirse arriba y aguantar una faena larga, de series cortas y ligadas, pero de pocas apreturas. Garrido entró a matar hasta en cuatro ocasiones y al final se llevó un aviso y un elocuente silencio, mientras al toro le propinaban una ovación en el arrastre.

Y silencio y silencio fueron los balances de Leo Valadez, tras pasaportar sus dos toros. Al torero mexicano no se le vio con la frescura a la que nos tiene acostumbrados. Es como si le hubiera pesado la plaza. Él, como David de Miranda, hacían su debut como matadores en la Real Maestranza, y pudiera ser que el escenario y el compás de espera con el que suele comportarse los aficionados con los debutantes le pasaran factura. El hecho es que en ninguno de sus dos toros pudo redondear una actuación contundente.

Con su primero, muy noble y enclasado, pero justo de fuerzas, lo recibió a portagayola y luego lo brindó a El Juli, presente en un tendido. Estuvo cumplidor sin más. Y no encontró la solución para que la faena brillara. A la salida de un pase de pecho el toro se le quedó debajo y le echó mano, volteándolo afortunadamente sin consecuencias. Al entrar a matar salió de nuevo prendido, de nuevo sin llegar a mayores.

Y con “Dormidito”, sexto de la tarde, bravo y que se vino arriba en el último tercio, tampoco alcanzó conectar con el tendido. Los más destacable de Valadez fue el quite por lopecinas, como réplica a otro por verónicas de José Garrido. Con la muleta sobraron pases y faltó una colocación más comprometida que hiciera que la emoción subiera a los tendidos. Y de nuevo silencio para el mexicano y ovación para el de Santiago Domecq.



FICHA DEL FESTEJO
Martes 9 de abril de 2024. Plaza de toros de la Real Maestranza de SEVILLA. 3º festejo de abono y 3ª corrida de toros. Más de media entrada con tiempo primaveral.

Seis toros de SANTIAGO DOMECQ, bien presentados, igualados de hechuras y bravos en líneas generales. Corrida muy interesante. 1º muy noble y con clase; 2º encastado; 3º noble y flojo; 4º enrazado y a más; 5º muy bravo en el último tercio, le pidieron el indulto; y 6º bravo y con clase.

JOSÉ GARRIDO (rosa palo y oro): estocada (oreja); pinchazo, estocada atravesada y estocada (aviso y silencio).
DAVID DE MIRANDA (sangre de toro y oro): estocada desprendida y siete descabellos (aviso y saludos); pinchazo y estocada (aviso y dos orejas).
LEO VALADEZ (celeste y oro): sartenazo y dos descabellos (silencio); media estocada atravesada y un descabello (silencio).

Incidencias:
David de Miranda y Leo Valadez, debutaban como matadores de toros en la Real Maestranza.
Al final del festejo salió en hombros por la Puerta Principal David de Miranda.
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