Una muestra en la que el artista expone su trabajo de los últimos tres años, pintura abstracta desde un enfoque reduccionista hacia los materiales y métodos utilizados. Oleos sobre lienzo, en su mayoría monocromáticos, de formatos a gran y pequeña escala.
Un viaje personal e histórico desde la experimentación con el color, la línea y la estructura hasta la abstracción “absorbida y reduccionista”; desde el final de la pintura como disciplina clásica hasta la pintura como un acto multidimensional y multidisciplinario.
Según Juan Fernández Lacomba, comisario de la exposición, “de unos años a esta parte, Tomás Cordero ha ido profundizando como pintor en una “arquitectura del proceso pictórico”, donde el proceso de la gestación del cuadro ha ido adquiriendo cada vez mayor protagonismo. Como consecuencia, en sus obras aparen recortes orquestados de estructuras formales o de procedencia y evocación orgánica. Y entre esas dualidades, ha persistido en una pintura no del todo abstracta, aunque tampoco referencial, con alusiones explícitas a nociones y rasgos reales. Un modo ecléctico y un tanto híbrido de proceder”. “Por tanto, un modo de actuar en cuanto a la pintura como lenguaje que se ha ido reduciéndose al plano, a las posibilidades infinitas del lienzo estricto, pero voluntariamente reivindicadora de la magnitud de las superficies. En ese sentido, Tomás Cordero ha ido dirigiéndose hacia un concretismo lírico, incluso adentrándose en las derivas del postminimalismo”.
“En esas claves, presenta esta nueva entrega de su serie “Línea de flotación”, con la que el autor, partiendo de una memoria selectiva, reduccionista y formal, con una ascética intervención cromática; evoca y alude la memoria marina de su niñez y adolescencia en su Punta Umbría natal. En definitiva, una pintura que muestra “su propia fragancia” pictórica, a la vez que suscita y nos abre todo un mundo para el espectador”, destaca Juan F. Lacomba.
La Exposición se podrá visitar hasta el viernes, 16 de febrero, de lunes a viernes, de 11 a 14 horas, y de 18 a 20 horas; sábados, de 11 a 14 horas; sábados solo en horario de mañana, de 11 a 14 horas. Sábado por la tarde, domingos y festivos, cerrada. Entrada libre.