El manuscrito del guion cinematográfico de la cinta y algunas instantáneas
El Archivo General de Andalucía exhibe documentos clave en la génesis de la película "La Isla Mínima", de Alberto Rodríguez
Junto a esta fotografía se exponen las notas manuscritas del fotógrafo sevillano sobre la Isla Mínima y las cortas del río Guadalquivir, material que forma parte del depósito del archivo del fotógrafo incluido en 2022 en el AGA, ubicado en el Pabellón del Futuro de la Exposición Universal de Sevilla de 1992.
Este legado está compuesto de 70.000 fotografías de diversos formatos (positivos, negativos, contactos y diapositivas, junto a material positivado en gran formato), así como de artículos y estudios sobre su obra y las ediciones bibliográficas de sus trabajos.
El manuscrito mecanografiado de la primera versión del guion de ‘La Isla Mínima’, firmado por Alberto Rodríguez y Rafael Cobos, es otro de los documentos que se muestran en el hall del Archivo durante este bimestre. Este texto original, que dio origen a la cinta que inmortalizó una porción de tierra sin nombre, la Isla Mínima, forma parte de la serie expedientes de inscripción en el Registro de la Propiedad Intelectual (RIP) del Archivo General de Andalucía, que custodia actualmente más de 70.000 expedientes de esta tipología.
En la primera página de este manuscrito se lee “la isla mínima. Versión 1, 1 de julio” - correspondiente a 2013- y en mayúsculas, escrito de puño y letra, guion cinematográfico, a lo que sigue, también en mayúsculas, al final del folio “Autores: Alberto Rodríguez Librero y Rafael Cobos López”. Esta primera carilla sería el principio de la película que en 2015 se alzó con diez Premios Goya -y 17 nominaciones-, entre ellos el de Mejor Guión Original y Mejor Dirección de Fotografía.
Esta primera versión fue editada por Ocho y Medio, dentro del Proyecto 70 Teclas, poco después del estreno del film en las salas de cines, presentando la versión impresa ligeras variantes respecto a la manuscrita. Así lo explica Miguel Ángel Galdón, el técnico responsable del documento destacado por el AGA.
En el Archivo General de Andalucía se custodian 6.260 cajas con miles de expedientes de inscripción en el Registro de la Propiedad Intelectual. Esta serie documental, en la que se incluye el guion de ‘La Isla Mínima’, se inició en la administración andaluza en 2002, cuando se establece el Registro Territorial de la Propiedad de la Comunidad Autónoma de Andalucía, quedando regulados los Registros Territoriales en 2023, en el Reglamento del Registro General de la Propiedad Intelectual, que les atribuye funciones de tramitación y resolución de las solicitudes de inscripción y anotación.
Con esta muestra desde el Archivo General se pretende difundir el importante legado que atesora esta institución archivística andaluza, al tiempo que se da a conocer el arduo trabajo de investigación y divulgación de los profesionales que la integran y, que en esta ocasión analizan el origen de la película de "La Isla Mínima" en sus fondos documentales.
Sobre Atín Aya
Atín Aya es un hito singular en la fotografía andaluza y española. Cursó estudios de Filosofía y Ciencias de la Educación y se licenció en Psicología por la Universidad de Granada. En 1981 marchó a Madrid para recibir formación fotográfica en la escuela Photocentro y trabajar en la agencia Cover, donde conoció a Jordi Socías, a quien siempre reconoció como su maestro. Su experiencia como reportero fotográfico en Sevilla le situó en la fotografía documental y le otorgó gran instinto para la toma directa.
Compaginó el reporterismo y el fotoperiodismo vinculado a entidades como ABC Sevilla, Diario 16 Andalucía, Cambio 16, la Universidad Internacional Menéndez Pelayo o la Exposición Universal de Sevilla de 1992, con exposiciones de sus trabajos más personales en importantes galerías nacionales e internacionales. Su obra figura en las colecciones de museos e instituciones como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y la Fundación Foto Colectania
Su trabajo, que incluye reportajes en San Salvador de Bahía, Volgogrado, Cuba, Perú y Marruecos, se centra en la realidad andaluza. La Real Maestranza de Caballería de Sevilla le encarga un estudio sobre el ambiente de la plaza de toros, que queda recogido en Imágenes de la Maestranza (1996). Un año después, la Fundación La Caixa le concede una beca que le permite completar la serie "Marismas del Guadalquivir" (1991-1996), obra que refleja las duras condiciones de vida de los marismeños.
