La Dirección General de Consumo y su plataforma Consumo Responde destacan el marco que nos brinda la EWWR 2023 (European Week of Waste Reduction o Semana Europea de la Reducción de Residuos), que se conmemora del 18 al 26 de noviembre, y que se centra en la concienciación y sensibilización del conjunto de la ciudadanía para lograr una gestión sostenible de los recursos y residuos.
Desde Consumo, se destaca la importancia de tener este compromiso medioambiental a lo largo de todo el año, mediante sencillas acciones y decisiones que podemos tomar a cabo en nuestros hogares, en nuestras compras y hábitos de consumo, en el ocio, etcétera. Este compromiso se basa en la conocida como ‘Regla de las 3R’ para la economía circular: Reducir, Reutilizar y Reciclar.
Estos objetivos comprometen a las administraciones, instituciones, empresas, centros educativos, pero también a las personas consumidoras. Existen múltiples maneras de contribuir como ciudadanos y ciudadanas, por ejemplo, en la elección de unos u otros productos, artículos o alimentos.
Por supuesto, la separación correcta de nuestros residuos (orgánicos, vidrio, papel, envases, medicamentos, baterías, pilas, aceite usado de cocina, textiles, electrodomésticos, aparatos electrónicos, etcétera) es crucial para reducir el impacto ambiental.
La meta principal de la EWWR pasa por minimizar al máximo la generación de residuos, y podemos contribuir priorizando la adquisición de productos con etiquetas ecológicas, aquellos con menos embalaje, optando por comprar alimentos frescos y sin envase, descartando los productos con envoltorio plástico sobrante (las conocidas barquetas plásticas) sobreenvasados, los desechables y de un solo uso, o llevando bolsas reutilizables en las compras.
Las bolsas de plástico que se compran en los supermercados se utilizan una media de 20 minutos antes de ser desechadas, y si acaban en el mar, pueden causar estragos en la fauna marina. Como es lógico, si se evitan las compras innecesarias, se reduce el residuo generado.
En el hogar, simples pautas como usar bombillas de bajo consumo –consumen un 80 % menos de electricidad y duran entre 6 y 8 veces más– y productos duraderos (paños de limpieza, tazas, maquinillas de afeitar, vasos, pilas recargables).
En la alimentación, pueden destacarse acciones como beber agua del grifo –en lugar de comprarla envasada–, cocinar con alimentos frescos, y recordar siempre consumir preferentemente los productos con una fecha de caducidad corta, que deben colocarse en la parte delantera del frigorífico o alacena para reducir el desperdicio de alimentos.
Consumo Responde también propone decisiones sostenibles respecto a nuestros productos textiles. En este sentido, se puede dar una segunda vida a la ropa (o calzado) que no se utiliza, sea convirtiendo la ropa vieja en trapos de cocina o de limpieza, donándola a entidades benéficas y, en caso de desecharla, acudir a los puntos limpios o depositarlos en contenedores autorizados.
Consumo Responde recuerda que nuestro compromiso para la reducción-prevención de residuos debe trascender incluso de las 3R que plantea la regla, ya que, a Reducir, Reutilizar y Reciclar, también podemos añadir otras muchas importantes, tales como Reflexionar, Reparar, Recuperar, Rediseñar y, por supuesto, Rechazar toda práctica o producto que suponga generar más residuos de la cuenta o un alto impacto ambiental.
Consumo Responde
Ante cualquier duda o consulta en materia de consumo, la ciudadanía puede contactar con Consumo Responde, un servicio gratuito de información y asesoramiento a las personas consumidoras y usuarias, impulsado por la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía. Se trata de un servicio multicanal, al que se puede acceder de forma continuada a través del número de teléfono 900 21 50 80, de la página www.consumoresponde.es, del correo [email protected]; y de los perfiles de Twitter (@consumoresponde), Facebook (www.facebook.com/consumoresponde) e Instagram (@consumoresponde).
También se puede recibir asesoramiento en los Servicios Provinciales de Consumo de las delegaciones territoriales de Salud y Consumo presentes en todas las capitales de provincia, así como en las Oficinas Municipales de Información al Consumidor (OMIC), y en las organizaciones de personas consumidoras y usuarias.
