Vuelta al ruedo para Mario García
Francisco Mazo y Javier Zulueta tocan pelo en la segunda novillada de promoción de la Maestranza
Recibieron los aficionados a Javier Zulueta, un novillero de sevillanas maneras, con el runrún de expectación que se crea cuando un torero debuta en la Maestranza y viene precedido de un boca a boca favorable. Zulueta, hijo de uno de los alguacilillos de la plaza, tiene unas formas clásicas para ejecutar el toreo bueno y eso en Sevilla prende rápido. Le tocó en suerte a “Educado”, un novillo para sentirse, con unas hechuras y una nobleza ideales. El sevillano lo saludó toreándolo muy bien a la verónica. Luego le dio réplica por chicuelinas a Tomás Bastos en el tercio de quites que también se había lucido por verónicas. Y cuando cogió la muleta la expectación seguía en lo más alto y no defraudó. Este novillero está desarrollando de forma notoria su evolución y aprendizaje en la Escuela de Tauromaquia de Sevilla, teniendo como maestro al gran Luis de Pauloba, por lo que de primeros de enero cuando lo vimos en las fiestas de San Sebastián de La Puebla del Río a ahora han transcurrido unos meses vitales para desarrollar su buen concepto del toreo.
Dejó en el albero muletazos de una calidad exquisita y todo sin despeinarse, pero estamos seguros que sí le hubiera atacado un poco más le podría haber sacado mayor partido al buen novillo y las series habrían sido más contundentes y arrebatadas. Aun así dejó un buen sabor de boca para el día de la final, porque a buen seguro debe de ser uno de los componente de la terna de ese día.
Francisco Mazo fue el otro novillero que cortó un trofeo. Mazo pertenece a la escuela taurina de Albacete y a la dinastía de picadores del mismo apellido con vínculos con Valencina. El novillero estuvo muy templado toda su actuación, intentando siempre limar la bravuconería de “Corneto”, otro novillo muy interesante y que fue fiel al encaste Núñez, suelto y a la defensiva al principio para ir centrándose en el último tercio con unas embestidas de mayor calidad. Previamente también hubo un buen tercio de quites por caleserinas de Enrique Toro y al que le dio réplica el de Albacete por tafalleras y caleserinas. En la faena de muleta prevaleció el temple clásico de los albaceteños, con un final muy damasista con circulares invertidos muy ligados.
Otro de los toreros de la tarde-noche que también debió de llevarse en el esportón otra oreja fue Mario García pero por una decisión demasiado estricta de la señora presidenta, sobre todo si recordamos los trofeos más que benévolos que concedió por ejemplo al rejoneador Guillermo Hermoso de Mendoza, se quedó sin él. Y precisamente a los chavales que empiezan es a los que más hay que reconocer su esfuerzo. Y no fue poco el que tuvo que desarrollar el torero de Valencina de la Concepción, ya que su novillo fue como se suele denominar en el argot un “cabrón con pintas”. Aun así Mario nunca dejó de dar la cara desde su recibimiento a portagayola donde se llevó un soberano revolcón con el novillo buscándolo con saña en el suelo; lo mismo que le hizo a su banderillero Felipe Peña que también resultó cogido muy feo cuando dejó el tercer par de banderillas. Y con este temperamento de “Trompillo” tuvo que lidiar en la faena de muleta, muy decidido y quieto de plantas a pesar de sus malas intenciones. Además lo mató de una casi entera arriba que tiró sin puntilla, por lo que no tuvo ningún sentido el no concederle la oreja. Dio la vuelta al ruedo.
Otra vuelta al ruedo dio al término de su actuación Enrique Toro de San Juan del Puerto (Huelva) y forjado en la Escuela Taurina de Badajoz. A este novillero también le tocó un eral falto de clase y con genio, muy parecido en su comportamiento al de su compañero Mario García. Y en el que también hubo lucimiento en quites, primero por delantales de Javier Zulueta con un capote de vueltas verdes de Morante y luego en la réplica del propio Enrique Toro por chicuelinas. El onubense tampoco se amilanó con la muleta, siempre le quiso hacer las cosas por derecho aunque no siempre le salieran como buscaba. Dejó muletazos aislados de buena factura.
Y abrió festejo García Palacios de Huelva, familia de los ganaderos de los mismos apellidos y propietarios de “Albarreal”. El novillero que se presentaba en la Maestranza como el resto de compañeros no pudo redondear actuación con “Campeón”, otro novillo encastado y que repetía constantemente las embestidas. El novillo que brindó a Víctor Puerto, lo puso a prueba y la conexión buscada con los tendidos no llegó. Luego falló con la espada y todo terminó en ovación en el arrastre para el novillo y elocuente silencio para el novillero.
FICHA DEL FESTEJO
Jueves 13 de julio de 2023. Plaza de toros de la Real Maestranza de Sevilla. 23º festejo de la temporada y 2ª Novillada sin picadores del “XXXVI Ciclo de promoción de nuevos valores de la torería”. Fuera de abono. Media plaza cubierta con calor bochornoso. El festejo comenzó a las nueve de la tarde-noche.
Novillos erales de GABRIEL ROJAS, desiguales de presentación y de juego muy interesante y variado. 1º encastado, 2º con genio picante, 3º bravucón, 4º con genio, 5º muy noble y con clase, un gran novillo y 6º bravo.
GARCÍA PALACIOS (obispo y oro) – Huelva: pinchazo, estocada atravesada y cuatro descabellos (dos avisos y silencio).
MARIO GARCÍA (turquesa y plata) – Valencina de la Concepción (Sevilla): casi entera sin puntilla (fuerte petición y vuelta al ruedo).
FRANCISCO MAZO (coral y oro) – Escuela Taurina de Albacete: estocada corta (aviso y oreja).
ENRIQUE TORO (azul marino y oro) – San Juan del Puerto (Huelva): estocada trasera atravesada (aviso, leve petición y vuelta al ruedo).
JAVIER ZULUETA (celeste y oro) – Escuela Tauromaquia de Sevilla: pinchazo y trasera contraria (aviso y oreja con petición de la segunda).
TOMÁS BASTOS (lila y oro) – Escuela Taurina de Badajoz: atravesada, media tendida y cuatro descabellos (aviso y saludos).
Incidencias: el sexto tardó diez minutos en saltar al ruedo por “avería en las puertas de chiqueros”.
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