El agua que se utiliza en las viviendas o en los procesos productivos e industriales, una vez utilizada, fluye por los desagües y recorre un largo camino hasta llegar de nuevo a los ríos. Aljarafesa, consciente de esta realidad, se encarga de recoger y transportar todas las aguas usadas en las viviendas e industrias de los municipios del Aljarafe a través de una extensa red de más de 1.770 km. Estas aguas son posteriormente tratadas en las distintas depuradoras para ser devueltas en condiciones óptimas a los cauces receptores.
Una vez finalizada la campaña de limpieza, cualquier incidencia identificada se registra en una base de datos para su posterior subsanación. Ya sea la necesidad de obras en la calle o la reparación de elementos dañados, se tomarán las medidas necesarias para asegurar que los imbornales estén en perfecto estado antes del comienzo de la temporada de lluvias.
Además de la campaña anual, Aljarafesa realiza un continuo trabajo de mantenimiento y control a lo largo del año, especialmente en los puntos más vulnerables del sistema. Sin embargo, para garantizar una prestación óptima de este servicio, es esencial destacar el papel de dos actores clave. Por un lado, los ayuntamientos desempeñan un papel fundamental en la limpieza de los viales públicos, evitando obstrucciones en los imbornales. Por otro lado, la colaboración ciudadana es fundamental, tanto en la prevención de atascos debido a restos de obras en las vías públicas, como en la notificación de comportamientos inusuales en la recogida de agua en los imbornales. Estas acciones facilitan el correcto funcionamiento del sistema de recogida de aguas.