La Parroquia de Santa María de las Nieves de Olivares acoge mañana, a partir de las 18 horas, la tradicional bendición de los panes que dicta la Fiesta de San Blas

Cada tres de febrero, el municipio se reencuentra así con una tradición de casi 400 años de historia que se ha mantenido viva a través del tiempo, en la que los más pequeños son los verdaderos protagonistas, acercándose a la Colegiata de Santa María de las Nieves acompañados de sus padres y abuelos para que San Blas les bendiga los panes y los roscos.

Esta festividad religiosa se remonta al año de 1617 aproximadamente, en España reinaba Felipe III y era señor de la Villa de Olivares Don Gaspar de Guzmán y Pimentel. El Conde de Olivares se sentía muy apenado por la grave enfermedad de garganta que aquejaba a su hija María de Guzmán, todos lo remedios y cuidados médicos que se le practicaban no tenían resultados favorables y es por ello que Don Gaspar se encomendó a San Blas para que intercediera en la curación de los males de garganta de su hija María.

Varios días después de estas plegarias, María de Guzmán, única hija del Conde de Olivares a la que más tarde le daría el título de Marquesa de Heliche, comenzó a sanar de sus dolencias y se recuperó completamente.

Don Gaspar, en acción de gracias, ordenó que se instituyese como festividad religiosa en Olivares y en todas sus posesiones del Aljarafe el día de San Blas con misa y bendición de panes. Además hizo pintar un cuadro de grandes dimensiones para que quedase constancia de este hecho, obra que se encuentra en la Capilla del Sagrario de la Colegiata y en la que se puede observar como San Blas da la bendición a dos mujeres orando, éstas son Doña Inés de Zúñiga y Velasco, Condesa de Olivares y su hija María de Guzmán.
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